Los aspirantes a la reelección (I)

HYNTIBA ROJO 

Por: JAIRO AMEZQUITA SOLER

Los políticos tienen la obligación de explicar sus acciones, disculparse y cambiar de comportamiento hacia adelante reconociendo sus equivocaciones cuando las cometen. Las preguntas sobre sus relaciones, pasado, decisiones, y omisiones se deben responder y no ofuscarse y volverse intolerantes pensando que son agresiones las preguntas de los periodistas o de los ciudadanos.

Cuando se vota para Alcalde Mayor de la ciudad debemos ir más allá de los discursos y propuestas hacia el carácter de los aspirantes e informarse sobre sus relaciones que pueden ser peligrosas entre sus familiares y sus amigos (o compinches) de negocios.

Se pueden reconocer algunos logros sociales en Petro, pero son demasiados sus errores administrativos, la arrogancia, el abuso del poder reflejado en los negocios de su familia política en las entidades del Distrito. Quienes aspiran a regir los destinos de lo público están obligados a justificar actos, acciones y omisiones. Si no tienen la explicación pertinente corresponde pedir perdón por los errores. Y además ofrecer garantías de que no repetir actos cuestionables, y mucho más los de corrupción.

Peñalosa después de militar en casi todos los partidos y alas ideológicas habidas y por haber, ahora es de Cambio Radical, organización que creció recogiendo lo peor de sectores liberales y conservadores en las regiones, jefes paramilitares, funcionarios corruptos y ha aplicado unas estrategias de otorgamiento de avales que parecieran tener como requisito el contar con antecedentes judiciales para poder aplicar al mismo. El Polo como gobierno repitió lo que decía criticar como oposición convirtiendo sus prácticas en el mismo clientelismo de costumbre, participó de la corrupción de los Moreno negándose a quitarle el respaldo político más allá del momento en que era imposible no hacerlo. Al comienzo del corrupto gobierno de Samuel el polo montó la coalición de Gobierno que eligió a Rojas Birry y a Moralesrussi personero y contralor, dos personajes que fueron claves en el carrusel de la contratación. Clara López, que tampoco ha se ha caracterizado por ser una política coherente en su trayectoria histórica se enfurece bastante cuando se le recuerda que en el período de Samuel Moreno fue secretaria de Gobierno y presidenta del Polo.    

Los candidatos a la reelección en cuerpo propio y en cuerpo ajeno deberían ser menos prevenidos y responder a los múltiples cuestionamientos sobre sus relaciones peligrosas, Peñalosa debería aclarar sobre las relaciones que ha sostenido con Álvaro Cruz, capturado por sobornos para obtener contratos de construcción en el Distrito y para que la Fiscalía no lo investigara. La señora de este individuo fu alta funcionaria de su administración. También sería del caso que explicara sus relaciones con los contratistas de infraestructura, transporte urbano y de recolección de basuras. Si por desgracia retorna al Palacio Liévano tendrá que renegociar y licitar contratos de Transmilenio, donde está su viejo amigo Herman Arias, precisamente personero de Bogotá cuando Peñalosa fue alcalde. Mucho por aclarar.

Con relación a Carlos Romero quien sería el “primer damo” en caso de que Clara ganara las elecciones, se deben recordar las preocupaciones que genera su influencia en el Acueducto y en la Unidad de Malla Vial, entre otras entidades, bajo los gobiernos del Polo.

Twitter: @jairoamezquita