HYNTIBA ROJO
Por: JAIRO AMEZQUITA SOLER
En un lejano país denominado como
Locombia Macondiana existía un tiranillo aspirante a sátrapa que había comprado
su propia reelección con base en lo que decía combatir… hoy la llaman pomposamente
“mermelada” a lo que le sumaba con lujo
de detalles corrupción, violencia y dádivas de la más espuria politiquería comprando
la conciencia de sus muy ilustres títeres… perdón honorables congresistas para
que le aprobaran un articulito que modificó la constitución de ese país para
que el tipejo se quedara en el poder, claro… se aseguraba todos sus esbirros votaran
antes de que fueran a la cárcel por sus incontables deudas con la Justicia. Incluso todavía la casi totalidad de su
guardia pretoriana que posaban de ministros del régimen siguen incursos en
procesos judiciales que seguramente los llevaran a donde siempre debieron estar…
la Picota. Lo lamentable de la historia de ese triste país que decían era uno
de los más felices, es que muchos de sus incultos y cuasi analfabetos ciudadanos
le creían casi como a un mesías y más triste aún que algunos le siguen creyendo
y lo apoyarán en sus nuevas aspiraciones politiqueras, olvidando que había
ejercido su régimen por ocho largos años no como un mesías, ni siquiera como
como un ídolo de barro sino como lo que los católicos llamarían un vástago de satán,
una expresión sublime de la maldad.
En esas nuevas intenciones juraban defender
la democracia y las buenas costumbres y que sus postulados no eran de la rancia
y apestosa ultraderecha y que eran de un gran Centro Demagógico, y que su mejor
propuesta era combatir por otros 60 añitos a los también detestables delincuentes
armados de la ultra izquierda. Pero a los ciudadanos desde un dedo de frente para
arriba no los podían mantener engañados con esos cánticos de sirena y por el
contrario, estaban seguros por sus antecedentes, en varios casos extensos
prontuarios, de que si representaban lo que juraban cínicamente no representar.
Una de las pruebas que demostraban que querían cambiar las costumbres era la
decisión de no consultar directamente a pueblo en un escenario democrático para
escoger su candidato a sucesor de aspirante a sátrapa sino que prefirieran los conciliábulos
o espacios cerrados antidemocráticos y de espaldas al conjunto de la sociedad…
que lindo por ellos.
Con esa magistral y deleznable
jugarreta descabezaban al tal Pachito III conocido como el de los choques eléctricos
que lideraba las amañadas encuestas de intención de voto, quien parecía
encantado de la pelota conquistando derrotas promovidas por el propio “padrino”,
no le aceptaron su propuesta de elegir el candidato único mediante encuesta, la
querían porque favorecía uno que era exgobernador que fue a parar a una picota.
Otra derrota era la de que no se incluyera en su lista a un brillante primo de
un reconocido narcotraficante… Y otra más, la de retirar la inscripción que había
hecho ante el órgano electoral de ese lejano país para recoger firmas para
respaldar su propia aspiración presidencial. Y la de retirar la consulta
popular por el conciliábulo… en fin pobre país si esa gente volviera a tomarse
el poder….
Pero dejando la narración de la realidad
de esa triste patria, volvamos a nuestro terruño del pueblo del cacique Hyntiba
y aprovechemos para saludar desde este espacio el recorrido por los 36 añitos
que arranca el Pregonero de Fontibón, felicitaciones al tesonero y terco Miltón,
sin esa personalidad que tiene difícilmente un medio de esta naturaleza
alcanzaría un récord de mostrar en todos los ámbitos como este nuevo logro….
Para adelante por muchos años más…
Twitter: @jairoamezquita