No puede existir ningún tipo de justificación para que los desalmados agentes de la violencia se manifiesten a través de actos violentos que aparte de no medir posible pérdidas humanas y materiales incuantificables solo buscan generar supuestas muestras de poder que no tienen ni tendrán. Y más negativo si Los carros bombas y acciones similares sólo generan terror y zozobra en la ciudadanía indefensa e inocente, es decir, actos de lesa humanidad y por supuesto que no logran sus presuntos objetivos de intimidar el estamento gubernamental sino por el contrario, le obligan a aumentar los gastos presupuestales para la fuerza pública y las consecuentes medidas de prevención y justifican además las medidas de represión que solo conducen a que se intensifiquen los ataques a los derechos humanos de personas que piensan distinto al establecimiento por una parte y a disminuir los recursos para la Inversión Social y lo que realmente se requiere para salir del desempleo, la pobreza y todo lo que nos marca como líderes del subdesarrollo y la inequidad.
Si los autores de estas acciones execrables fueron los estertores de la mal denominada subversión para mostrar una fuerza que no tienen, muy flaco favor le estarían haciendo a la búsqueda de caminos que permitan reanudar acciones que algún día permitiera que cesara el conflicto armado con tamaño ejercito irregular y los colombianos pudiéramos dedicar todos los esfuerzos a trabajar, producir y vivir tranquilamente. Ahora, también es posible que los autores sean miembros de una casta extremista de la derecha arrogante y sean enemigos ocultos de que haya cualquier tipo de diálogo con los agentes de la mal denominada subversión y busque con actos terroristas como los acaecidos que el estamento gubernamental y la propia sociedad condenen una sola de los extremos culpables de la estúpida guerra que padecemos.
Por todo esto, es que debemos confiar en las investigaciones de las autoridades civiles y militares para que se encuentren, se visibilicen y castiguen los culpables de estos actos de terrorismo. En mi opinión creo que podemos confiar en la nueva estructura de las autoridades que han mostrado buenas intenciones y no tienen dudosos antecedentes que nos hayamos enterado como los que han estado en el inmediato pasado.
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