21 de noviembre de 2013

Amazonas: Se deforesta el equivalente a una cancha de fútbol por minuto

ESQUINA AMBIENTAL  
Trágicas noticias ambientales ante el incremento del 28% del área deforestada en la Amazonía  


Seguimos sumidos en nuestra cotidianidad dejando el tema ambiental relegado y poniendo nuestra atención y prioridades en otros temas, importantes a menos, pero olvidando que la preservación ambiental y el estado del mismo, es transversal a la raza, ocupación, país, que tengas. 

Es difícil hacernos a la idea, si es que mínimamente tienes interés en la naturaleza...en la vida, que la Amazonía en Brasil ha sido brutalmente golpeada. La selva se localiza en su mayoría en el país carioca pero influye y afecta a nivel mundial.

En tan solo 12 meses, se ha deforestado una superficie de 5.843 kilómetros cuadrados, un área equivalente a Brunéi o más de 541.018 canchas de fútbol (1 cancha por minuto).

Durante algunos años que el ritmo de deforestación se redujo, en un año aumentó un 28%, llamando a una situación grave y delicada.



El gobierno brasileño indicó que la actividad maderera ilegal se vio revitalizada por la demanda siempre creciente y por el relajamiento de los controles respectivos. En el otro lado de la moneda, los ambientalistas y los grupos opositores políticamente al oficialismo han coincidido que existe una suerte de «entendimiento» entre el poderoso lobby económico y político con en gobierno actual, compromiso que facilita la explotación maderera.

La imagen del país se desploma


EL gigante sudamericano recobraba imagen e importancia por lograr reducir las superficies forestales que «desaparecían» cada año. 

Con este reporte, según coinciden varias agencias noticieras, se vuelve a localizar al país  en una situación frágil y en la «boca de todos», ambientalmente hablando.

Desde el despacho del ministerio medio ambiental reportan que los datos difundidos, (aún  provisorios), donde la agropecuaria es activa, como Mato Grosso (52% más de deforestación) o Pará (37%), la pérdida de selva es muy acelerada.



Deforestación en Brasil

El gobierno brasileño ha prometido en 2011 que empezarían a usar tecnología satelital para detectar la tala ilegal de árboles. Parece que no está funcionando o no lo hicieron.

Si, es justo resaltar que se ha conseguido una reducción sustancial de la tala si consideramos que en 2008, casi 12.911 kilómetros cuadrados fueron deforestados.

¿Es un problema local o global?

Considero que ambos. Brasil alberga fuentes con creces significantes de agua, biodiversidad, recursos naturales que son la base de un país que dentro de unos años estará lidiando en los primeros lugares de la economía mundial. Pero, no sólo el hombre vive de «dinero», asegurar un medio ambiente sano, lo más diáfano e impoluto, para la flora y fauna del lugar y la población en particular es menester y un deber.

Imagen de la NASA. A la izquierda el Acre, Brasil, con agropecuaria y deforestación. A la derecha, Pando, Bolivia con poca afectación ambiental.

Desarrollar estrategias que permitan al país satisfacer sus necesidades y generar ingresos, que derecho lo tiene, es básico. Siempre deberá ser bajo el esquema del desarrollo sostenible. De una buena vez fusionando la economía con el medio ambiente y ya dejando atrás ese insostenible concepto que «dinero» y «plantitas» son antagónicos.

El problema es también global. Es una perogrullada indicar que son los pulmones del planeta. Que es una zona que alberga en su interior la cura y un sinfín de beneficios para la salud de la humanidad. El Amazonas participa vitalmente del intrincado y ya de por sí alterado sistema climático. No concibo un planeta víctima de la contaminación, la degradación ambiental y a eso resabios de lo que fuera una vez el poderoso y magnífico «continente verde».

Las economías fuertes deben incrementar (muchos recién empezar) a brindar apoyo tecnológico, económico, investigativo para preservar el lugar. El oxígeno que se produce ahí se lo respira en Hong Kong también. 

Involucrar al país y a la comunidad internacional, sumada la educación ambiental y el rediseño de los programas de explotación forestal y de desarrollo agropecuario será la base de trabajo para seguir batallando en favor de la naturaleza sin quitar el pan de la boca del hambriento, metafóricamente hablando.





220 BILLONES!!!

DE PROVINCIA 


Por: 
Carlos José Bolaños

Es lo que aproximadamente  ha costado la guerra en los últimos 10 años a todos los colombianos, según  estudio  realizado por Juliana Castellanos, (El Tiempo 17-11-13), en solo sueldos, logística, intendencia y armamento. Quisiera  que los lectores me  ayudaran saber cuántos billetes de 50 mil pesos  componen esa cifra, porque es mucho, demasiado dinero. Me imagino,   que con  esa cantidad de billetes alcanzarían para hacer una especie de collage,   y cubrir el  1’141.748 Kms2  de superficie que tiene Colombia. Es demasiado  dinero quemado por la insensatez de la guerra en  solo diez años. A dónde llegaría esa cifra si se pudiera establecer el costo de todas las  guerras en  203 años de vida república.  

Cuántas aulas escolares, para todos los grados, se hubieran podido construir con esos 220 billones. Cuántas cárceles menos  se habrían tenido que construir, si el Estado se hubiera dedicado a  crear un sistema de educación de alta calidad. Seguramente  sobrarían cupos para  primaria, secundaria y  universitaria.  Cuántas viviendas dignas se hubieran podido construir con esos 220 billones de pesos. Cuántos miles de kilómetros de ferrocarril,  carreteras,  aeropuertos,  puertos, cables, metros se hubieran podido construir. Cuántos enfermos menos mediante el suministro de medicamentos de calidad  para la población.

Con esos 220 billones tendríamos un campo produciendo plenamente, con  agricultores plenamente capacitados para producir y mercadear.  Con ese amor del colombiano por la tierra  estaríamos en capacidad de abastecer al mundo de alimentos, de agua y oxígeno. Con esos 220 billones dedicados a proteger el medio ambiente, a reproducir nuestras especies nativas,  tendríamos el mejor  ambiente de mundo.

En fin, cada uno de nuestros amables lectores puede darle rienda suelta a su imaginación, dejarla volar y visualizar cuántas cosas maravillosas hubiera podido hacer una clase dirigente comprometida con su nación. Y si sumáramos la pérdida de vidas humanas, entonces a cuánto ascendería esta locura que se inventaron y alimentaron con odios, sectarismo,  exclusión,  intolerancia ideológica, ambiciones desmedidas de poder político, económico y toda la cultura de  antivalores desarrollados por la clase dirigente, al parecer  responsable de esta tragedia colombiana.


E-mail: carlosjosebol@hotmail.com