30 de junio de 2010

Otra promesa para la descentralización


Desde que se estableció la elección popular de alcaldes en Colombia con el acto legislativo 01 de 1986, nuestra ciudad capital viene esperando que el constituyente, el legislativo, o el ejecutivo promulguen normas que permitan a sus territorialidades tener la capacidad de tomar sus propias decisiones en los ámbitos administrativo, fiscal y político. Decisiones que le garantizarían que la acción de lo público se destine apropiadamente hacia el logro de su desarrollo armónico y sostenible. Pero ha sido casi imposible, las localidades y sus dirigentes han sido vistos como menores de edad incapaces tomar decisiones en ese sentido. Varias excusas se escuchaban que no había infraestructura suficiente en los entes de control, como si la corrupción fuera patrimonio de local, no es sino ver la multiplicidad de casos seculares en lo distrital y en lo nacional. Se imponían una serie de barreras argumentadas en diversos motivos, cuando la verdad es que la clase política no está dispuesta a ceder un ápice el manejo de su poder para no perder espacios y protagonismos sin importar el verdadero desarrollo de la sociedad. Era una simple manifestación de voluntad política en dotar a las territorialidades de todos los controles, con todo el apoyo técnico y sobre todo la vigilancia para que se haga de una manera efectiva la ejecución de los recursos. 

Por eso es interesante y plausible la determinación tomada por la administración distrital desde marzo pasado, cuando suscribió el Decreto 101 de 2010, con el cual busca fortalecer las alcaldías locales y el esquema de gestión territorial de las entidades distritales en las localidades. No es la octava maravilla, pero es una buena decisión. Creemos que esta normatividad permitirá mejorar la gestión, puede posibilitar que la comunidad conozca criterios de distribución de los recursos entre localidades, metas y acciones específicas del Distrito en cada una de ellas e incidir si la preparamos y sensibilizamos con su participación determinante y masiva en las decisiones de política pública. Dentro de los objetivos de esta norma, podemos destacar la devolución de la competencia de contratación de la totalidad de los recursos de los Fondos de Desarrollo Local. La adopción de un modelo de gestión de la información para la planeación y la proyección presupuestal basada en el enfoque de territorialización. Evaluar las delegaciones realizadas por los sectores en cabeza de los Alcaldes Locales. Evaluar los esquemas de desconcentración de cada sector. Crear y fortalecer unos sistemas de información sobre la gestión de las Localidades y sobre la gestión de las entidades del nivel central. 

Ahora viene al tarea para los diferentes actores de la vida pública y política de la ciudad que es el de generar un ambiente propositivo y favorable a la política de descentralización en el alto gobierno y en el Congreso de la República, ambiente que ojala no se vea amenazado por todos los escándalos de corrupción e ineficiencia que rodean a la administración distrital de una parte, y por el miedo tradicional que le ha tenido la clase política a considerar a las localidades y sus dirigentes como mayores de edad para empoderarse del proceso. El legislativo en cabeza de la bancada de representantes por Bogotá tendrá que acometer una profunda reforma a los artículos 322 y siguientes de la Constitución Política Nacional en el capítulo de la ciudad capital de Bogotá para otorgar autonomía de ente territorial al Distrito Capital y así pueda darse su propia organización y determinar la autonomía administrativa, política y financiera a las localidades o municipalidades o nomenclatura que se adopte. Dependiendo de la profundidad de las reformas que se adopten, el Concejo de Bogotá tendría que modificar mediante acuerdo la naturaleza de las territorialidades y la definición de las competencias entre el nivel central y local. 

Esperemos con actitud positiva que ha llegado el momento para la ciudad de poder ser partícipe y decisiva en las decisiones que garanticen su progreso integral, armónico y sostenible para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes y las futuras generaciones.


25 de junio de 2010

Habrá un nuevo gobierno?


   Hay que decir que el voto en blanco que considerábamos la mejor opción alcanzó una cifra histórica, que la abstención como ya es tradicional en las elecciones en Colombia volvió a ganar, que el candidato del partido verde incrementó un pequeño porcentaje, que llovió todo el día, que estábamos en una fecha del mundial de fútbol con buenos juegos, que no sabemos si todo fue limpio, que esto que lo otro, pero lo claro es que algo más de nueve millones de colombianos votaron por el candidato de la maquinaria oficial, podemos hacer consideraciones desde esta orilla basadas en la escasa cultura política generalizada, el peso del poder oficial, los espejitos burocráticos, en la otra orilla dirán que la seguridad democrática, que las familias en acción, que la confianza inversionista… en fin lo único claro es que nueve (9) millones de colombianos le dieron el sí al ungido por el establecimiento. Pareciera que todo lo que ha pasado no hubiera pasado, pero bueno, si no nos gusta nos podemos ir a quejar al mono de la pila, porque las cosas pareciera fueran a durar por lo menos otros cuarenta años tal cual. 

Ahora viene una coyuntura interesante que en mi sentir tiene dos escenarios uno, el más probable que el mesías todavía vigente siga haciendo de las suyas y se mantenga tras bambalinas en el ejercicio del poder. El otro escenario es que el nuevo presidente maneje las cosas con independencia, a este respecto ha habido algunas señales que de concretarse en la realidad sería posible pensar que Colombia pueda retomar camino a mejorar las cosas en algunos campos, habrá que esperar. Por el bien de nuestra atribulada nación sería importante que haya aunque sea pequeño, un viraje hacia un gobierno con alguna responsabilidad social en el que su acción se vea reflejada en decisiones de estado por mejorar las condiciones de vida de las empobrecidas y desempleadas mayorías que tienen todo el derecho de encontrar algún tipo de solución a su situación, así se equivoquen a la hora de elegir a quienes toman las decisiones. Oposición no puede ser criticar por criticar, tiene que acompañarse de propuestas programáticas y acompañamiento constructivo al gobierno, es decir aprobar lo bueno y denunciar lo malo, sin entregar principios, ni dignidad, ni legalidad, porque qué tal se equivoquen y se empiecen a mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables. 

Bajo esta reflexión es que debemos leer el respaldo que le ha dado el liberalismo al nuevo gobierno, y la aceptación por parte de Santos del mismo, en contravía del gusto de Uribe, puede ser una señal que las cosas van a cambiar. Hay más mensajes en este sentido, decir a la salida de la reunión con los presidentes de las altas cortes “hay que acabar con el lenguaje de la confrontación…”; otra es aceptar a Vargas Lleras a pesar de Uribe; o no descalificar los términos utilizados por Cesar Gaviria en la carta de apoyo. 

En honor a la verdad debo decir que esas “palabras adelantaremos ambiciosas iniciativas para sacar por lo menos 7 millones de colombianos de la pobreza y a 4 millones de la indigencia" en el discurso del mandatario electo, después de elecciones, todavía retumban en mis pensamientos. Y si los postulados defendidos por el Partido Liberal en estos años como rescatar el empleo, luchar contra la corrupción, reparación de víctimas son aceptados, y se enruta la política pública hacia esas obligaciones históricas incumplidas podremos decir que las cosas empiezan a mejorar. 

No puede ser que continúen situaciones como la acaecida con la Jueza que falló en contra del verdugo del Palacio de Justicia, ni que se mantengan las tensiones con la Justicia por pretender avasallarla y ponerla a jugar a su favor como la de pretender elegir Fiscal General de bolsillo. No quiero soñar en colores y pensar que venga sea una desuribización progresiva y que incluso se ponga en manos de la justicia internacional el que se investigue todo lo sucedido en estos años. Si llega a pasar, tendríamos que reconsiderar algunas cosas. 




17 de junio de 2010

A VOTAR EN BLANCO


Menos que lamentable el bochornoso incidente ocurrido entre el expresidente César Gaviria y el presidente en ejercicio (que por fin cede el testimonio como en las carreras de relevos, a uno de sus alter egos), no son términos que deben utilizar personas que han ocupado el más alto cargo de nuestra adolorida e indolente patria y que deberían estar destinados a brindar buen ejemplo. Pero qué más podemos esperar del jefe de la satrapía que en su ejercicio de gobierno no ha hecho cosa diferente a manejar la misma terminología cual cualquier jefe de bandola barrial para justificar lo injustificable. Del expresidente uno habría esperado comportamiento diferente, no debió dejarse llevar al jueguito común y preferido de su oponente y menos cuando los argumentos sostenidos en la cartica de Gaviria eran plenos de realidad frente a lo que hemos padecido en esta negra noche. Claro… se debe manifestar que esos argumentos a pesar de lo veraces y contundentes también son para justificar lo injustificable. El Partido Liberal no puede traicionar al pueblo que ha defendido en medio de la oscura noche, cambiando sus postulados básicos arrastrándose como mendigos en busca de las boronas del poder, y pretender que el nuevo ungido soberano va cambiar las bases del nefasto modelo de gobierno y ahora sí después de doce años van a trabajar por la paz con justicia social, la verdad y la reparación para las víctimas, la inclusión, el empleo, la disminución de la miseria, sus retorcidos principio éticos, la lucha contra la corrupción y todas las demás costumbres es lo mismo que poner inocentes infantes a ser cuidados por pedófilos. 

Además el 20 de Junio no se decidirá quién será el nuevo presidente de los colombianos, eso ya pasó en la primera vuelta. Ahora lo interesante de observar es cómo será el estado interno de la llamada eufemísticamente “Unidad Nacional”. Al lado de las asociaciones proclives al delito y de políticos corruptos y clientelistas, los ingenuos ciudadanos respaldarán el supuesto nuevo gobierno con la esperanza que les proporcione mayor seguridad con respeto a las normas constitucionales. 

Pero bueno, es oportuno aclararles a tantas personas que consideran que votar en blanco es votar por alguno de los candidatos o por el ganador está muy alejado de la verdad. Nuestra maltratada Constitución Política de Colombia establece expresamente en el Art. 258, “que en cualquier elección donde el VOTO EN BLANCO obtenga la mayoría absoluta, deberán repetirse las elecciones y en las nuevas que se convoquen, NO PODRAN VOLVERSE A PRESENTAR LOS MISMOS CANDIDATOS DE LAS INVALIDADAS POR EL VOTO EN BLANCO”. Ese desconocimiento no es sino otra muestra del grado tan profundo de ausencia de cultura y formación política que existe en las mayorías de nuestra atribulada nación, gracias a la escasa calidad en la educación que no faculta a nuestras generaciones de concepción crítica frente a su realidad. Por supuesto que si el gobierno hiciera los ajustes en calidad al modelo de educación y la gente pensara, ellos no seguirían en el poder. No puede haber otra razón que explique lo acontecido en las elecciones de Congreso y de Presidente de la República. 

Los que votaremos en blanco el domingo somos quienes aceptamos la democracia pero rechazamos de manera activa los programas electorales en juego, o los partidos políticos, o los candidatos, o la corrupción o el abuso de poder o todo eso al mismo tiempo. En mi opinión ambos candidatos representan modelos de desarrollo que no incluyen nada social en sus compromisos. Por el otro lado, aquellos que se van abstener, que desde ya los podemos declarar como los verdaderos ganadores en esta segunda vuelta, rechazan el sistema y le dan la espalda a la democracia participativa, Se podría decir que ambas son posturas críticas, pero una rechaza el sistema, en su totalidad, y otra acepta el sistema, pero critica a sus gestores, a sus propuestas y a la democracia en su versión degradada y degenerada. Hacemos parte de este grupo quienes hemos optado por votar en blanco en esta segunda vuelta para elecciones presidenciales, porque consideramos que es la mejor opción para construir una nueva cultura política más incluyente y democrática. Claro, pensar que hay alguna posibilidad de que ganemos los que votaremos en blanco también es soñar despiertos.




10 de junio de 2010

Ayyy Macondia


Y salió el dueño de la Finca envalentonado por los resultados del simulacro electoral a atacar a diestra y siniestra cual jefecillo de bandola, a todos aquellos quienes se le oponían. Salir a controvertir los fallos de doña Justicia por el hecho de considerar absolutamente inocentes de los atropellos a generales de la fuerza pública por el simple hecho de ser Generales. Y que tal los términos utilizados, de la misma estirpe de pendenciero que lo ha acompañado y que mantiene embelesados a los borregos de su finca. Los generales según el capataz “son inocentes” por el simple hecho que a él se le ocurre, no importan las investigaciones judiciales después de casi treinta años, ni las desapariciones, ni los muertos relacionados con los hechos del Palacio de Justicia… son inocentes porque a él se le ocurre. 

Ni que decir con las sanciones que al parecer no llegarán por los mal denominados “falsos positivos” que más bien deberían denominarse ejecuciones extrajudiciales. Envalentonado porque con la continuación de uno de sus hijos como capataz de Macondia es posible que la Corte Penal Internacional no intervenga como lo hubiera podido hacer si los borregos contentos y el sindicato de los recogedatos no hubieran tenido éxito en el simulacro. Porque esas mismas preocupaciones no ha sido de igual tamaño ante otros sonados casos de corrupción de su finca y de extradición de uno a quienes taparon la boca a la finca del norte. Y que tal el ministerio público de Macondia, en lugar de defender los derechos humanos del conjunto de la sociedad se ha dedicado a obedecer las órdenes del capataz defendiendo a quienes han lesionado esos derechos…. no nos podemos quejar de esas acciones hablamos en Macondia. 

Yo les recomiendo a esos amigos macondianos que en el próximo simulacro electoral que se avecina ejerzan su derecho a votar, pero no por ninguno de los dos hijos del capataz, ni el bobo que ahora habla de “unidad nacional” (Unanimismo) que va a ganar ni el ideológico que no ganará pero se prestó para el jueguito del simulacro… o sea se cumple el deber democrático pero se manifiesta descontento con los candidatos, como sería de bueno para Macondia que el voto en blanco ganara, lo que obligaría a repetir las elecciones con candidatos diferentes…. 

Hay ilusiones de mejor futuro para Macondia… claro no se sabe si en este siglo o en cuantas generaciones porque el principal problema de esa finca es que los borregos carecen de cultura y formación política porque el modelo de la calidad en la educación no contempla formar ciudadanos con capacidad crítica y conciencia social, claro el día que lo contemplara los borregos pensarían y no serían los mismos capataces los que gobernarían.



3 de junio de 2010

MACONDIA



Hoy voy a comentar sobre un país imaginario que no es el mío, porque de serlo seguro habría preferido nacer en otra tierra o por lo menos en otro momento histórico. Se trata de Macondia una finca grande gobernada por Alvaraco Ubérrimo en la cual todos sus borregos lo idolatraban más que a cualquier divinidad y eso que sólo los mantenía a punta de discursos de encantador de serpientes y sus prácticas eran las mismas del personaje de Leyenda de la Edad Media “Robin Hood”, pero al contrario, es decir robaba a los pobres para darle a los ricos. El desempleo es ese triste país era del 25%, o de pronto más porque los acróbatas de los semáforos figuraban como empleados en la población económicamente activa, los beneficios de la confianza inversionista se manifestaban en casi el 60% de pobreza, el pobrecito sector financiero tenía un escaso margen de intermediación que apenas era uno de los más altos del mundo y sus utilidades se contaban por trillones, la economía crecía pero la miseria también, y los borregos vivían cada vez más felices y querían que su mesiánico capataz nunca se fuera a ir. Alvaraco no era ni soberbio ni ególatra, por lo que no aspiraba a la re re re re re elección pero la caterva de cómplices que lo acompañaba hizo todos los esfuerzos para mantenerlo, sin embargo, no pudo en nombre propio, por lo que consiguió un hijo bobo para que lo reemplazara y claro que lo consiguió era otro pobrecito de sus cómplices cuyo mayor valor era haber trabajado trabajar con todos los capataces que había tenido Macondia sin preocuparse de los colores o pensamientos políticos porque Él era todo un arco iris de la coherencia en la medida que sus apetitos personales fueran satisfechos. 

Se trataba de Juanma Alimaña quien en su último ministerio no había hecho negocios con el presupuesto militar, ni ponía a pasear a sus hijitos con sus amigotes en los avioncitos del ejército. Juraban que acabarían con los bandoleros de las FRAC, claro él mismo se había paseado con los comandantes pocos años antes e incluso había complotado con ellos para tratar de tumbar un capataz ocho mil veces recordado. Juraban que la pelea era dura y que los habían acabado… pero esos bandoleros de las FRAC se seguían divirtiéndose por todos los rincones de la finca mofándose sobre su derrota y secuestrando más borregos y dejando morir otros en cautiverio. Y mientras tanto los otros cómplices de los compañeros del capataz se iban de temporada a las cárceles porque a doña Justicia si no habían podido avasallar en su totalidad, claro decía el capataz “mientras no vayan a la cárcel pueden votar” en absoluta coherencia con los nuevos códigos de ética y moral que habían impuesto en la finca. Y llamaban a simulacro de elecciones para elegir el nuevo capataz y algunos con conciencia esperaban que los borregos entendieran y recapacitaran sobre su futuro, pero no… preferían seguir corriendo hacia el matadero y “no retroceder” porque querían mantener la inseguridad urbana, la corrupción desbordante, a las FRAC, a los desplazados, los falsos positivos, a personajes ilustres en el poder como don Uribito Carimagua para que siguiera repartiendo honestamente los AIS, las exenciones al gran capital, los campesinos sin tierra, los terratenientes con tierras subsidiadas cultivando palma y flores porque la comida se importaba. En esa finca de marras el sistema de salud había estallado, pero los borregos seguían felices, anochecía a las 10 PM para el recargo nocturno y las pensiones para el escaso empleo formal eran más fáciles a los 60 años de trabajo con cualquier edad. 


Y Juanma Alimaña se reunía el viernes anterior al simulacro con el director de orquesta del sindicato de quienes recogían los datos para constatar que la infraestructura informática para los resultados estaba blindada y no se podían hacer fraudes, por eso los datos se demoraron tanto, que buen hombre. Y mientras tanto el dueño de la finca vecina un tal Chabestia Frías feliz como nadie porque con Juanma de capataz en Macondia seguirían intercambiando improperios para que sus borregos despertaran nacionalismos estúpidos y se mantuvieran idiotizados por la eternidad y los reeligieran a ellos o sus hijos bobos por siempre. Afortunadamente…. Yo no vivo por allá.