17 de mayo de 2013

El POT improvisado que no necesita Bogotá

Publicado en el portal  http://www.davidluna.com.co

Por : David Luna S.
           Abril  16  de 2013

Hace aproximadamente dos semanas, la Administración Distrital presentó al Concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo, que busca realizar modificaciones al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que se encuentra vigente. Antes de que fuera radicado, publiqué un artículo (http://bit.ly/11d3gXA), donde desarrollé varios argumentos que destacaban la importancia que tiene el POT para el ordenamiento del territorio, la planeación de la ciudad a largo plazo y la necesidad que tenemos todos los bogotanos y bogotanas de participar, pero sobre todo de entender, qué implicaciones tendría la posible aprobación del POT presentado por el Alcalde.

Después de analizar y releer el proyecto radicado por la administración, sigo insistiendo en que este documento es un ejercicio improvisado que pretende cambiar el rumbo de la ciudad, sin que existan –o por lo menos no los conocemos- estudios y soportes que validen de forma clara y concisa las razones por las cuales se tomarían decisiones que a futuro serían muy perjudiciales para el desarrollo de Bogotá.  Son muchas las razones por las cuales el POT de Petro es inconveniente para la ciudad, simplemente quise centrarme en las que considero de mayor importancia y con las cuales quiero, más que “perseguir” al alcalde sin razón aparente como muchos me lo critican por no estar de acuerdo con su forma de administrar la ciudad, alimentar el debate y generar conciencia frente a la necesidad de adoptar un POT que NO sea la imposición de un modelo de ciudad, sino más bien una herramienta de construcción colectiva en donde participen de manera conjunta los ciudadanos, el concejo y la administración.

Aquí les resalto entonces los 10 puntos para analizar:

1. Como lo he mencionado, se pretende presentar como excepcional lo que es una modificación estructural o un nuevo POT. A pesar de mantener los objetivos estratégicos del POT vigente, el proyecto pretende modificar el manejo de usos del suelo, los instrumentos de planificación y el manejo de alturas de edificabilidad. No es una modificación, es un nuevo POT que no construye sobre lo construido y plantea un modelo de ciudad que echa por la borda las proyecciones a largo plazo que se venían implementando desde administraciones pasadas. 


2. El proyecto propone acabar con la segregación social sólo mediante la revitalización del centro ampliado, olvidando inversión en el Norte, Occidente y Sur de la ciudad. Tampoco es claro de que forma se llevará a cabo, pues ni se define existencia de infraestructura adecuada de servicios públicos y movilidad, ni se generan incentivos que permitan a las empresas establecerse allí y volverlo un sector más productivo. 

Este proyecto limita la densificación en los bordes y en vez de fortalecer la articulación con los municipios vecinos, evita el desarrollo de la periferia. Se desconoce entonces que tenemos una de las densidades más altas desde Canadá hasta el sur de la Argentina, ya que en Bogotá viven 20.000 personas por cada kilómetro cuadrado, es decir 200 habitantes por hectárea. Esto puede implicar sectores hacinados como los que actualmente encontramos en localidades como Ciudad Bolívar en donde se llega a 300 habitantes por hectárea. Adicionalmente la falta de planeación es evidente, pues mientras en el Plan de Desarrollo le apunta a construir 75.000 VIP por año, la revitalización del centro aumenta el costo del suelo y dificulta considerablemente la construcción de viviendas para los más pobres. 

3. Preocupa que una Bogotá pensada desde lo "humano", no le ponga la atención necesaria a temas tan importantes como el del espacio público, pues no cuenta con una propuesta clara de urbanismo por parte del Distrito, y más bien se deja a merced de la infraestructura que se le exija a los constructores a cambio de una mayor edificabilidad. Como dato curioso, a pesar de que en Bogotá se realizan diariamente cerca de 450 mil viajes en bicicleta, dentro de esta concepción no se tienen en cuenta las ciclorutas como espacio público.


4. Es inexplicable lo que pretenden hacer con la combinación de usos del suelo, porque una cosa es que la norma permita la mezcla de usos del suelo y otra muy diferente es que lo exija de forma indiscriminada, acabando sin razón alguna con los barrios residenciales y aprobando que en cualquier sector de la ciudad se pueda construir sin parámetros que lo regulen, pues se permitirían los usos residencial, comercial y dotacional en todas las áreas de actividad.

5. No podemos dejar de resaltar los vacíos normativos que genera el proyecto, disfrazados en una supuesta simplificación normativa de la cual habla la administración. No es posible hablar de menos trámites cuando se quiere regular uno a uno el uso de más de 49.000 manzanas que tiene la ciudad y se dejan cerca de 35 artículos a futura reglamentación y a discrecionalidad de de las secretarías de Planeación y Medio Ambiente. La "simplificación normativa" tal y como está planteada en el articulado del proyecto, termina siendo una norma colmada de inseguridad jurídica que lo único que genera es más corrupción, pues la inexistencia de normas claras permite que funcionarios de la administración puedan llegar a tomar decisiones arbitrarias sin sustentos técnicos claros que las justifiquen.  


6. Las operaciones estratégicas son un instrumento fundamental para definir el modelo de ciudad a largo plazo, razón por la cual es un aspecto que no debemos dejar pasar por alto. Bogotá se encuentra conformada por centralidades y operaciones estratégicas (OE), las cuales se pueden definir como aquellas acciones y actuaciones urbanísticas, que permiten planear la utilización de instrumentos de gestión e intervención económica, física y social en determinadas áreas de la ciudad, que son el eje central de la estrategia de ordenamiento de la capital. Un ejemplo de ello es la operación estratégica Nuevo Usme, la cual se creó con el fin de mitigar el crecimiento desordenado de la ciudad y conservar la diversidad del medio ambiente y el aprovechamiento de los recursos del sector. La eliminación de las OE afecta el principio de planeación, ya que no se podría contar con herramientas necesarias que permitan focalizar recursos pensando en el futuro, dejando nuevamente a discreción de cada administración su formulación y priorización.

7. La escasez de suelo disponible es un problema preocupante para el desarrollo de la ciudad. Bogotá cuenta con más de 1600 hectáreas de suelo disponible, frente a más de 5000 hectáreas que necesitaría en la próxima década. Ante este déficit, este proyecto sólo se le brindaría norma favorable a tan sólo 336 hectáreas de ese suelo disponible. Sin embargo y pese a la gravedad de la afirmación anterior, no hay una sola hoja en los estudios de la Secretaría de Planeación que señale cual es la motivación para no habilitar más suelo y si generar un aumento insostenible en el precio de la tierra. La pregunta es: ¿Eso afecta a los constructores o a los compradores? 

8. La supresión de las UPZ como mecanismos de reglamentación del uso del suelo es otro de los cambios drásticos que no tienen razón de ser. Durante más de 12 años las UPZ se han venido consolidando como un proceso de construcción colectiva y un referente social y cultural, razón por la cual no se entiende porque después de haber invertido tanto en este proceso, esta administración pretende acabarlas. Se desconoce un manejo diferenciado del territorio en cuanto al tratamiento urbanístico se refiere, porque una vez este Plan de Ordenamiento sea aprobado, inmediatamente se deroga la reglamentación en la que las UPZ venían trabajando, en lo relacionado con los usos, tratamientos y edificabilidades. Ésta función se le asignará a Alcaldías locales que actualmente tienen hoy más de 120 funciones que no están cumpliendo de manera satisfactoria, ya que no cuentan con la capacidad administrativa ni las herramientas jurídicas para hacerlo, entonces ¿Basados en que les quieren asignar más tareas?

Adicionalmente es muy preocupante que luego de incluir las UPZ como Instrumentos de Planeación, de asignarle funciones definidas, ahora se pretenda reducir la participación ciudadana, ya que sólo se le permitiría a los ciudadanos de la UPZ priorizar algunos proyectos de su sector, debido a que la identificación, formulación y actualización estará a cargo de la Alcaldía Local. 


9. Con las directrices presentadas en el proyecto, el uso del suelo en la ciudad se vuele poco rentable, ya que después de aplicar las fórmulas propuestas el área útil que queda para construir es insignificante y los parámetros aplicados en términos de edificabilidad hacen que el porcentaje real de construcción de los lotes sea muy pequeño, lo cual inviabiliza la inversión en la ciudad y genera frenos considerables a la construcción en Bogotá.

10. Al margen de la discusión técnica sobre varios puntos, estoy seguro que la participación de los ciudadanos, que son los realmente afectados por el establecimiento y aplicación de políticas de ordenamiento territorial, es de vital importancia. Por esta razón inquieta que los procesos de participación ciudadana se hayan convertido en requisitos, ya que no se generaron espacios suficientes y los que se abrieron se limitaron a un proceso informativo en donde observaciones y aportes no fueron tenidos en cuenta por la Administración.

No es difícil percibir que todavía hay muchos aspectos del proyecto presentado por la administración que son inconvenientes para el desarrollo de la ciudad, por esta razón se hace necesario que la discusión que se está llevando en el Cabildo Distrital se realice de cara a los ciudadanos y no sólo pensando en fines partidistas, porque lo que acá está en juego no es un proyecto político sino el futuro de la ciudad.


Twitter:@lunadavid


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LAS DELICADEZAS DE UN PRINCIPITO

EXPRESION JOVEN

Por: BRYAN STEVE VILA BUSTAMANTE
          Estudiante de Derecho Universidad Libre

El principito como llamaría Maquiavelo al Gustavo Francisco Petro, quien no necesita presentación y que a toda costa trata de mantener su gobierno con las armas democráticas y con su talento personal, que ha mostrado que no son las mejores para la dirección de la ciudad, por ejemplo en algo más de un año de gobierno ha hecho del sistema de basuras que era más o menos estable, un acabose completo, lo que era un problema que creíamos desaparecido hace años, volvió aparecer, calles llenas de basura sin recolectores periódicamente en varias partes de la capital, entre otros problemas que acarreó el cambio del modelo de recolección de basuras de la capital, lo que se dice, es que no ha sido un logro de la administración, por el contrario, una simple improvisación administrativa. Pero esto no es lo único de su gobierno, se debe reconocer que en materia de seguridad logró un gran avance, ya que produjo la reducción de homicidios en llave con la Policía Nacional y recogiendo políticas de gobiernos anteriores como la de desarmar a la ciudad, “armar o amar” es una de las campañas que ha promovido, las cifras revelan como logro de su administración, de por sí ha sido la cifra más baja  que se ha dado en las últimas dos décadas. Logró culminar la controversial obra de la Fase III de Transmilenio que había tenido retrasos por el gran escándalo de la corrupción, más conocido como el “carrusel de la contratación”. Otro logro es la intervención en la calle del Bronx y la creación de centros de atención para aquellas personas caídas en las drogas y por tratar de reencaminar a la vida sin necesidad de estas sustancias alucinógenas. Pero creo que la medida más importante de su gobierno es la creación de la secretaria de la mujer en la que se les da un importante espacio de participación directa en el gobierno distrital. Entre otras políticas muy buenas de este gobierno de por sí.

Algo que me ha llevado a decir, No más administración por parte de Gustavo Petro ha sido el agravio que ha tenido con una buena parte de bogotanos y bogotanas de todas las edades que se surtían su alimentación en los comedores comunitarios, quienes brindaban este servicio y por las medidas de la improvisación del alcalde, no se ha podido realizar la contratación por lo cual se han visto obligados a decirles a estas personas que no habrá más servicio y no se les podrá atender en estos centros; ahora bien la desatención que tuvo con los centros crecer de la localidad vecina (Engativa) y con el nuestro.

Miguel Gómez Martínez representante a la cámara por Bogotá, pretende por medio del mecanismo de participación ciudadana la revocatoria de mandato, está incluida en nuestro ordenamiento legal, hizo la petición el 2 de enero ante la Registraduria Nacional del Estado Civil, solicitando la acción por siete motivos entre los que están: política de basuras, movilidad, educación, salud, implementación del SITP y agregaría como otra razón la falta de contratación en varias entidades por desacuerdos netamente politiqueros. El 18 de abril se presentaron alrededor de 640.000 firmas, de las cuales se necesitan 300.000, pero el alcalde en conjunto con su movimiento se encarga de revisar las firmas para proponer se declare la nulidad de las firmas, me asombra que habiendo un ente encargado para tal función no les interesa, tan solo me gustaría saber ¿de donde están saliendo los recursos para el financiamiento de esta doble revisión? Me parece una falta de respeto la declaración del jueves 16 de mayo en contra del hermano del representante, quien es abogado del distrito, ya que para El debiese ser transparente si funcionarios firmaron o no, todo eso es otra muestra que desde adentro se nota la improvisación, en algunos casos han sido éxito y en otros un fracaso total.

Creemos que nos mantiene un gobierno mentiroso, el martes 14 de mayo hace una siguiente declaración vía twitter en su página oficial “Prueba de ello es que el hermano del organizador de la revocatoria trabaja en el Distrito y no ha sido molestado ni será molestado por ello” y como ya lo mencioné a los 2 días de esta declaración hace mención con algo totalmente contrario. Sería bueno que se cogiese  una posición firme y se  respeten la políticas ciudadanas, dediquémonos a trabajar por la ciudad y no a mantener un principado que si no se le ponen un poco de  ganas, dentro poco podrá estar siendo revocado su mandato. Trabajemos por Bogotá, por los ciudadanos en general.

E-mail:  bryanvila1@hotmail.com