27 de mayo de 2010

Nuestro voto es decisorio...


Y llegó el momento en que los colombianos elegiremos quien regirá los destinos en el próximo cuatrienio. Será el momento en que demostremos cuan maduros y conscientes estamos de nuestra propia realidad. El relator de la ONU habla del 98,5 % de impunidad en las ejecuciones extrajudiciales (falsos positivos) y no sólo los de Soacha. El incremento en la desigualdad en la distribución del ingreso. El desempleo. En fin, todo lo que hemos comentado desde que esta columna salió a la luz pública, siempre basados en hechos noticiosos y jamás en inventos como algunos me lo endilgan. Que decir de los niveles de corrupción alcanzados por el nefasto régimen, no mantiene en un índice de percepción acumulado de 3,8 sobre 10 donde 1 es un alto nivel, según el Banco Mundial. Este régimen ha hecho muy poco por mejorar esos índices gracias a la egolatría y al afán de perpetuarse a cualquier costo. La corrupción no es justa, y sus diversas manifestaciones tienen que ser consideradas inaceptables, afecta “la estabilidad y seguridad de las sociedades al socavar las instituciones y los valores de la democracia, la ética y la justicia y al comprometer el desarrollo sostenible y el imperio de la ley.” Además, causa pobreza y crea barreras que impiden superarla, viola los derechos humanos, atenta contra la democracia, impide el desarrollo económico, causa deterioro medioambiental, y es usada como una herramienta del crimen organizado. 

En estas elecciones, Colombia da un paso muy importante. La decisión radica en pasar de una política social orientada únicamente a la seguridad como eje de desarrollo a una que no conlleva cambios representativos ni un enfoque directo a solucionar las necesidades de los colombianos. Es muy importante recordar que la propuesta liberal es la más completa, y una Colombia justa se hace rompiendo las desigualdades sociales, con oportunidades para todos sin importar la edad, partido, color de piel, religión o apellido, para tener trabajo, salud y educación. Votemos por un programa, el mejor de todos: el programa liberal para hacer una Colombia justa. El partido Liberal no nació ayer, no es un partido de garaje, no es un partido que nació en el Palacio de Nariño, ni mucho menos una asociación para delinquir. Es un partido que necesita hoy más que nunca que lo apoyemos para implementar nuestro progresista programa. Vemos con optimismo como día a día más personas van entendiendo la responsabilidad que conlleva el ejercicio democrático del voto, por ello han reflexionando sobre las propuestas y perfiles de los candidatos, y esto es garantía para invitarlos e invitarlas a votar por nuestro candidato liberal a la presidencia, Dr. Rafael Pardo Rueda, es la mejor propuesta, el mejor perfil y ante todo la absoluta claridad de su compromiso para hacer una Colombia Justa, por eso reitero la invitación a dinamizar el proceso electoral este domingo y agotar nuestros esfuerzos convocando a todos nuestros familiares, vecinos y amigos para acompañar la propuesta más seria, alejada de la corruptela imperante y el nuevo mesianismo histriónico que pareciera haberse tomado el proceso. 

Este domingo 30 de Mayo, el futuro de Colombia sólo depende de nosotros, los colombianos, por eso quiero invitarlos a tomar la decisión por fuera del miedo y lejos de la improvisación y la emoción, con nuestros votos en conciencia podremos alcanzar los cambios estructurales necesarios para derrotar la guerra, acabar con la corrupción y avanzar como una sociedad más justa e incluyente. Rafael Pardo es una opción sin riesgos, él será un Presidente capaz de disminuir la desigualdad, de posicionar a nuestro país como líder de la región, de enfrentar con vehemencia todos los factores de violencia y de gobernar lejos del clientelismo. Es un líder cuyo compromiso está enfocado en una Colombia donde niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, un primer empleo digno, espacios de cultura y deporte; en un entorno social libre y un núcleo familiar fortalecido. En una Colombia justa, donde los subsidios del campo son para quienes trabajan la tierra, una Colombia donde el trabajo digno merece la tranquilidad de una vejez digna, con seguridad social para todos. 

Sólo con nuestro voto, elegiremos al Presidente que Colombia realmente necesita. No nos dejemos llevar por encuestas, emociones, miedos o modas.