30 de septiembre de 2010

PIEDAD CORDOBA

Tuve la oportunidad de estar muy cerca de esta valiosa y frentera mujer cuando estuve ocupando dignidades en la estructura del Partido Liberal. Algunas veces discutíamos, estuve ad portas que me lanzaran desde la azotea de su céntrico apartamento... pero  independiente del hecho que uno no estuviera de acuerdo algunas veces con todas sus posiciones frente a diversos tópicos de la cosa pública, puedo afirmar sin lugar a dudas que es una dirigente absolutamente convencida de su lucha por la defensa de los derechos humanos, por la inclusión social, por las libertades individuales, por la justicia social…. Precisamente esas profundas convicciones la llevaron a identificarse con la causa de tantas familias en Colombia que tenían y tienen uno de sus miembros pudriéndose literalmente en las inhóspitas selvas de la patria. Este apostolado de naturaleza altruista la lleva buscar canales de comunicación con los bandidos que los tenían y tienen secuestrados, porque... de que otra forma podría haber buscado la ansiada libertad para esos compatriotas. Estos seres humanos olvidados por el establecimiento y por esa enorme e indolente opinión pública que hoy se precia feliz ante el impasse de Piedad. Si no es Piedad... y unos pocos más esos compatriotas secuestrados no hubiesen sido nada diferente a otras frías estadísticas en un país que no tiene memoria. 

Como podrían los bandidos de las FARC haber aceptado liberar algunos de los secuestrados sino se hubiera hablado con sus cabecillas. Además, las supuestas pruebas se basan en los “computadores” traídos del Ecuador después de la acción en contra de Reyes, pruebas que según los mismos organismos de seguridad carecieron de los protocolos establecidos para respetar la “cadena de custodia” y que sirvan de verdad para las investigaciones judiciales. 

La investigación disciplinaria que ha adelantado el despacho del “Procurador” (creador de la doctrina del autocohecho y la investigación selectiva), adolece de respaldo probatorio y además se pregunta uno cual puede ser el valor moral y ético de Ordoñez cuando hemos conocido de sus actuaciones y decisiones realizadas con el sesgo de sus convicciones ideológicas y religiosas. No es sino recordar sus pronunciamientos con parcialidad manifiesta en temas como los derechos de la mujer, del aborto en los casos consagrados por la Corte Constitucional, la población LGTB, las chuzadas del DAS, la absolución a una parte de los involucrados en la yidispolítica, en fin. Uno pensaría que esta andanada no es más que otra etapa de la inmensa persecución que se le ha hecho a Piedad desde el mismo momento que tuvo algo de visibilidad y liderazgo en la política colombiana. Y eso para no hablar de su secuestro, los atentados contra la vida, el exilio obligado de sus familiares cercanos, el vil asesinato hasta ahora impune de un amigo nuestro... JAIME GÓMEZ asesor de la senadora. 

Esperemos que al final brille en todo su esplendor la Justicia. Y si bien uno puede no estar de acuerdo con todo lo que hace Piedad, lo cierto es que pareciera quererse castigar el derecho a opinar diferente. Es de destacar que los jóvenes del partido Liberal en cabeza del Secretario Nacional impetraron una denuncia penal en contra del “magno” Procurador argumentando en la denuncia “una clara comisión del delito de prevaricato” lo que no es un fallo jurídico sino una “vía de hecho”, que por un lado condena a la Senadora sosteniendo que opiniones de una tal “Teodora” son colaboración con las FARC, y por otro lado la absuelve diciendo que no hubo “traición a la patria” puesto que las opiniones de la “senadora” iban dirigidas al gobierno de Uribe y no en contra de Colombia.