Y pasaron los primeros cien días de un nuevo gobierno presidencial y se debe reconocer que es totalmente manifiesto el cambio de estilo con el oscuro reciente pasado, se nota más tranquilidad en el desarrollo de lo público, en las relaciones institucionales e internacionales, en el propio devenir de la sociedad, claro… hay un inquilino en la casa de Nariño que no es pendenciero, ni monárquico y que no se autoproclama como el mesías colombiano. En el Congreso de la República se estudian proyectos que de convertirse en Leyes es posible que entren a mejorar sectores neurálgicos para la sociedad como la eliminación de la cuestionada, inoperante y extremadamente costosa Comisión Nacional de Televisión, la Ley de reparación víctimas y de tierras, la del primer empleo. Lo que si preocupa es que aparte del cambio absoluto en las prioridades hacia el pequeño productor del Ministerio de Agricultura hasta ahora la agenda social y de restructuración del modelo económico no vaya más allá del discurso y de las buenas intenciones. Si se empiezan a concretar tantas ofertas en la realidad sería difícil tener que reconocer que nos equivocamos al prejuzgar cual sería el destino del actual gobierno pero lo haríamos porque ello sería directamente proporcional con un país en el que por fin lo público actúa en coherencia con problemas de fondo en el país como la corrupción, la inequidad , el desempleo, la casi absoluta ausencia de política de calidad y de investigación científica en el modelo de educación, las deplorables condiciones del modelo de prestación del servicio de salud, el bienestar social y el familiar.
Es interesante ver al ministro de Protección Social, Mauricio Santamaría, llamando la atención de los partidos de la coalición para que le den celeridad al proyecto de ley sobre la generación de empleo y poder cumplir con las metas que en materia laboral se ha propuesto. Lo mismo que al partido de la U apropiándose abusivamente de la iniciativa, pero bueno… si la van a votar para que se convierta en Ley es lo que le conviene a la población joven para que disminuya un poco su creciente desempleo.
Observaremos si existe decisión y voluntad de verdad para iniciar el camino que recupere las buenas costumbres y la ética en las personas que toman decisiones en lo público no se necesitan más protocolos y normatividad porque ya hay bastante y no se cumple ni se hace cumplir que debería ser lo más importante, voluntad y decisión a la hora de decidir y castigar a aquellos que han actuado en el pasado reciente lucrándose indebidamente con nuestro erario. Un buen paso en ese destino es haber conformado una nueva terna para la selección del Fiscal General de la Nación. En resumen esperemos que tanta señal positiva se convierta en realidad.
Y prácticamente cada día nace un nuevo escándalo por las actuaciones no muy santas de la anterior administración, le tocó el turno a Fondelibertad entidad adscrita al Ministerio de Defensa y encargada de administrar los recursos a la atención de la problemática con los secuestrados. Si le sumamos a todos los demás sonados casos como chuzadas, AIS, falsos positivos, notarías para pagar la reelección, carreteras sin terminar, contratos leoninos, y todo lo que suponemos nos falta por conocer no queda más que alegrarnos porque el oscuro régimen haya por fin terminado y esperar a que la Justicia actúe en todo su esplendor lo más pronto posible…. y que no toque esperar a la justicia divina.