9 de septiembre de 2011

La población vulnerable y el cambio...

Bogotá cuenta con una población vulnerable que está expuesta en mayor medida a situaciones de exclusión, pobreza y desigualdad y violencia. Como consecuencia del conflicto armado que sufre el país las familias desplazadas conforman el grupo poblacional más grande en temas de vulnerabilidad, el desplazamiento es causante de marginalidad y pobreza. Otros sectores poblacionales como la población LGTBI, las personas en situación de discapacidad física o mental, afrodescendientes, el adulto mayor y menores de edad también tiene un denominador común que es la falta de garantías en lo que respecta al cumplimiento pleno de sus derechos. En lo últimos años la política social distrital ha estado dirigida en proyectos asistencialistas, destinado a mitigar condiciones de emergencia alimentaria, económica y de educación básica, a pesar de un relativo y pequeño éxito en temas de cobertura, no es claro el impacto  de estas intervenciones como alternativa real de superación de las condiciones de fragilidad y vulnerabilidad de la población señalada en el mediano y largo plazo.

Bajo un probable gobierno de David Luna la ciudad avanzará en una política de integración que genere impactos concretos, positivos y medibles en la calidad de vida y seguridad humana para toda la comunidad. Bogotá debe ser una ciudad incluyente, equitativa y solidaria que será posible cuando la política social tenga un alcance claramente definido y orientado a empoderar a los grupos poblaciones vulnerables. Las estrategias prioritarias se deben dirigir a opciones de desarrollo sostenible, económico y de productividad generalizada que generen condiciones de igualdad para toda la población con acciones permanentes de desmarginalización, acceso universal a la educación y empleo de calidad, consecución de vivienda digna, buen y productivo uso del tiempo libre, una sociedad incluyente. La verdadera transformación de la ciudad no puede ser medida solamente en grandes obras de infraestructura ni por los avances tecnológicos. La transformación debe corresponder al resultado de una visión de largo plazo que propenda por una ciudad justa y equitativa en donde todos los ciudadanos tengan la posibilidad de gozar de un mejoramiento continuo de su calidad integral de vida sin importar su condición de género, edad, raza o preferencia y de condiciones físicas, culturales, sociales y religiosas.


Esta visión de futuro es el modelo que tiene en la cabeza el candidato de “Aquí está el Cambio”, porque no es posible que la ciudad de otro salto al vacío y pretenda continuar con Más de lo mismo que ha sufrido en los quince años a raíz del desorden y falta de verdadero compromiso de esos que hoy piensan reelegirse en carne propia o cuerpo ajeno.

       Twitter:  @jairoamezquita