5 de agosto de 2011

Maratón por Bogotá D.C.

Como a lo largo de su carrera política y social por más de quince años plenamente sintonizado con todos los barrios de la ciudad y con sus comunidades con las que se relaciona de manera muy fácil por su historia como dirigente de una junta comunal, edil, concejal y congresista. Y es una constante que no se desarrolla únicamente en campaña como estamos ahora. La semana pasada hizo una maratón de 36 horas seguidas sin descanso en la que retornó a sectores como Ramajal, San Blás, la Candelaria, Kennedu, Quirigua, Chapinero, Parque Lourdes. Pese al cansancio y a la insolación, no paro de sonreír, saludo de beso a las damas y de fraternalmente a los hombres. Su maratón denominada “Lunatón” le permitió recorrer nuevamente las localidades de la ciudad que seguramente va a gobernar y repartió más de 10000 volantes que contienen su biografía y las propuestas de gobierno que representan un Cambio de Verdad para la ciudad para sacarla de la crisis generalizada en que se encuentra a raíz de la desidia y corrupción de quienes han pasado por el solio de Liévano. Estuvo acompañado de más de 50 personas entre asesores, simpatizantes y miembros de su equipo que estuvieron moviéndose de un lado para otro.

Se transportó en Transmilenio saludando a todos los ciudadanos que se le acercaban hablando de su agenda política sobre los vendedores ambulantes y su compromiso social de ofrecerles seguridad social, alternativas productivas y ninguna clase de persecución por parte de la Policía.  Se compartió la necesidad de que Transmilenio sea un circuito para evitar tantos trasbordos e hizo caer en cuenta que al menos en cinco estaciones las puertas automáticas no se abren al llegar el bus.  Aprovechó para criticar a Enrique Peñalosa, reconociendo el impacto positivo que tuvo en la ciudad la implantación del sistema de transporte, pero se mantiene firme en la idea de que el ex Alcalde representa el pasado de la ciudad, a diferencia de él, que es el futuro. Y fue contundente en que el sistema no soluciona los problemas de fondo de la movilidad en la ciudad, de equidad para las finanzas públicas, ni los problemas de contaminación ambiental que generó.

En todo su recorrido siempre estuvo escuchando vendedores ambulantes, madres cabeza de familia, desempleados, estudiantes de universidad, comerciantes, meseros, oficinistas y todo aquel que se cruzó por su camino. En Ramajal, en el sur occidente, lanzó su proyecto de Metrocable para barrios apartados y empotrados en las montañas. Con los 600.000 millones de pesos que se perdieron en el carrusel de la contratación se habría podido construir cinco líneas de Metrocable, suficientes para satisfacer la demanda de la ciudad. En la Plaza de Bolívar mostró su compromiso con la transparencia con un acrílico transparente de dos metros de ancho por uno de alto con la imagen del Palacio Liévano que tenía a sus espaldas. En los demás sitios estuvo lanzando más de sus compromisos programáticos Al finalizar la jornada en su sede se dirigió a las personas que llegaron para oír sus propuestas. Luego de referirse a temas ambientales, de seguridad, educación y movilidad, cerró con la frase: "Yo prefiero perder una elección a comprometerme a hacer algo que no pueda cumplir".


       Twitter:  @jairoamezquita