12 de octubre de 2011

Y vuelve el TLC….

Y vuelve la burra al pantano, otra vez el presidente de la república, después de nueve años de lo mismo, rogadera y más rogadera al establecimiento de los Estados Unidos le aprobaron el Tratado de Libre Comercio porque "por fin encontraremos la salida económica a todos nuestros problemas", pero al igual que ayer, los sectores de la producción que no pertenecen al exclusivo grupo de los privilegiados por las decisiones del gobierno nacional como la mayoría del sector primario, el agropecuario, los pequeños y medianos industriales se  verán en serias dificultades para lograr sobrevivir en el marco de la libre competencia son sus similares norteamericanos más desarrollados tecnológicamente o subsidiados por su gobierno lo que hace que sus costos de producción sean lejanos a los de sus similares colombianos, de tal manera que nos podemos imaginar lo que sucederá con los actores económicos nacionales. Solo se beneficiarán los pocos dueños del sector financiero y unos escasos industriales. La gran mayoría de la sociedad sólo verá como se mantienen o incluso se incrementan los niveles de desempleo, pobreza, falta de oportunidades y física hambre como todavía en pleno siglo XXI se ve en morbilidad infantil por desnutrición, en departamentos como el Chocó.

Como lo hemos recordado en el pasado, México 
era exportador de azúcar y maíz, desde su TLC compra edulcorantes y granos transgénicos al norte de sus fronteras, su agro sucumbió por la competencia de los productos subsidiados norteamericanos, que inundaron sus mercados. En el plano laboral y sindical, el estado mexicano suprimió las garantías que tenían sus trabajadores para hacer al país “más atractivo a los inversionistas extranjeros”. Sus gobiernos han pretendido vender hasta el nido de la perra que era de propiedad del estado. Otro efecto inmediato fue la reducción del salario mínimo en términos reales (que nos puede esperar). El TLC de México profundizó la privatización e impulsó la apertura indiscriminada de los diferentes sectores de la vida social y económica al capital extranjero. Lo único que le dejó a los mejicanos su TLC fue una peor distribución de sus riquezas nacionales, en la misma medida en que aumentó la precariedad del empleo y disminuyó progresivamente el monto de los salarios en términos reales. En todos estos años de TLC las condiciones de vida de los mejicanos en general y, sobre todo, la de sus pueblos indígenas retrocedió a niveles que no se veían desde la época de la colonia, situación que por lo demás fue caldo de cultivo maravilloso para la proliferación de la problemática derivada del narcotráfico que hoy padecen en enorme medida.

El gobierno colombiano de nuevo sostiene que el TLC traerá beneficios porque se abre el mercado más grande del mundo, que hoy la economía es más competitiva, porque está más abierta al mundo con un sector maduro para la inversión productiva, que el sector agropecuario se beneficiará de un “mayor acceso”  y que los consumidores serán uno de los grupos más beneficiados con este tratado. En todos los segmentos de la economía los consumidores tendrán mayores opciones en términos de calidad y precio, con lo cual se incrementará el poder adquisitivo de los colombianos. Pero se escuchan voces, hasta la del propio Ministro de Agricultura que manifiesta sus temores y diferencias. Además, después de nueve años no le cambiaron ni una coma desconociendo las nuevas realidades de los dos países.

Lo lamentable de todo esto es que no nos dice como haremos para reactivar el empleo para contrarrestar la caída del sector externo sin incrementar el gasto público en el mediano plazo. Frente a los TLC con Norteamérica y la Unión Europea se ha debido formar y capacitar la juventud y al trabajador para aprovechar nuevas oportunidades y las ventajas comparativas, no se ha hecho. Adonde quedará lo social, y como vamos a competir sin que tengamos infraestructura vial, puertos, aeropuertos zonas francas y canales de comunicación con el suficiente desarrollo tecnológico para afrontar todo lo que se viene. No es sino ver los resultados mencionados de la experiencia mexicana después entrado el “salvador” TLC,  y la supresión gradual de leyes que mantenían derechos fundamentales de los trabajadores y campesinos. Si miramos hacia donde se han implementado estos "tratados" entre economía desiguales en su desarrollo sus resultados son muy parecidos, en esencia desventajosos, solo llevan beneficios para un grupo minoritario de banqueros, empresarios y políticos gobiernistas, quienes curiosamente ven aumentar su capital y se constituyen los abanderados de las bondades de esos acuerdos multilaterales.
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            Twitter:  @jairoamezquita