16 de septiembre de 2010

Cual silla vacía...


El caso presentado con el senador Javier Cáceres ex presidente del Congreso y miembro de la bancada de Cambio Radical pone en la luz pública nuevamente el escándalo en la corporación Legislativa, debemos decir varias cosas, primero esperar que el senador Cáceres tenga todas las garantías para llevar su proceso de defensa y que la justicia al final brillé en toda su inmensidad. Segundo, es lamentable para nuestra sociedad que hasta ahora se confirme lo que la bancada del partido Liberal había denunciado en su momento como un enorme “mico” en otro de los ajustes constitucionales conocido como “reforma política” realizado a pupitrazo limpio por las mayorías del régimen nefasto el año anterior, valga resaltar que los congresistas liberales no votaron ni participaron de este esperpento y lo denunciaron públicamente pero como la mayoría de las denuncias serias hechas en este oscuro período no tuvo efecto diferente a sonar como un pataleo de los terroristas de la oposición. Es de recordar que la figura de la silla vacía se relaciona con la imposibilidad de que los partidos reemplacen las personas de las curules cuando son sujeto de procesos penales por delitos de lesa humanidad adelante mencionados. 

El mico gira alrededor de la no aplicabilidad de la acción de la “silla vacía” porque la investigación con respecto a Cáceres fue iniciada antes que se aprobara la sanción (artículo transitorio). Es decir Cambio Radical no perdería la curul que tendría que dejar Javier Cáceres. El artículo 134 de la Constitución Política, modificado en 2009, señala que “no podrá ser reemplazado un miembro de una corporación pública de elección popular a partir del momento en que le sea proferida orden de captura, dentro de un proceso penal al cual se le vinculare formalmente, por delitos relacionados con la pertenencia, promoción o financiación a/o por grupos armados ilegales, de narcotráfico o delitos de lesa humanidad. La sentencia condenatoria producirá como efecto la pérdida definitiva de la curul, para el partido al que pertenezca el miembro de la Corporación Pública”. Lo que hace que a discusión vaya a girar si política o jurídicamente se debe aplicar “la silla vacía”. 

Se comenta insistentemente que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia evalúa otras órdenes de captura contra congresistas vinculados dentro del llamado proceso de la parapolítica, se han reavivado varios procesos que se encontraban congelados, según algunos magistrados por problemas en el recaudo de pruebas entre otras circunstancias. Esperemos que en todos los casos no vaya a ganar el orangután disfrazado de “mico”. Sería un mal ejemplo para la sociedad en un momento en que pareciera existir un nuevo rumbo en la dinámica, costumbres y trasparencia de la administración pública nacional. El partido Liberal representado en el Congreso deja en manos del senador Benedetti como presidente del mismo, la decisión de retirar o no la curul de Cambio Radical tras la captura del senador Javier Cáceres. Es de recordar que hay responsabilidad política de los partidos, a pesar de la interpretación que la vinculación formal solo se da en el momento que se llama a indagatoria. 

Sea la interpretación que sea… lo que la sociedad necesita para recuperar en algo la confianza en lo público es que la Justicia brillé y se castigue ejemplarmente a todos y los verdaderos culpables de delitos execrables en contra de la propia sociedad, incluyendo los propios partidos que deben ser responsables por nominar y avalar sus candidatos. La filosofía de la figura de la “silla vacía” es positiva pero se debe aplicar con todo el peso y no ser otra simple amenaza. Leyes tenemos muchas en nuestra Colombia… tenemos es que aplicarlas.