15 de enero de 2010

Miopía política o decadencia


Lo primero que debemos hacer es una aclaración sobre el porqué y para que de la política, su función principal en las sociedades, es la organización de unos por otros para regular y mantener las relaciones entre sus asociados velando porque prevalezca el interés general, sobre el particular. Y es precisamente eso lo que no se ve en los resultados del ya eterno y nefasto régimen que pretende mantenerse indefinidamente con el prurito de la seguridad democrática, que si bien es cierto ha obtenido algunos logros como es la obligación de cualquier gobierno, no puede creer que todos los colombianos no vemos más allá de la punta de la nariz y no padecemos de un desgobierno en lo social y lo económico, para no hablar de la creciente corrupción generalizada y de las relaciones por los menos indecorosas, que han tenido altos funcionarios del régimen con personalidades de dudoso origen. Nunca olvidaremos aquellas frasecillas famosas como “mientras no vayan a la cárcel pueden votar” 

A propósito de unos comentarios hechos por  Rafael Nieto L. en la columna El Péndulo de la edición 1506 del Pregonero de Fontibón, le agradezco al señor exviceministro de Justicia que se tome el trabajo de consultar nuestra modesta opinión pero le manifiesto mi desacuerdo frente a nuestra supuesta “torpeza política”, la difícil situación social y económica a la que nos tiene sometidos el régimen no puede simplificarse en sentimientos, mantener confusiones con el uso amañado de palabras como radicalismo o miopía política. Doctor Nieto, es más torpeza política de antología pretender mantener a la comunidad ajena a la dura realidad consecuencia de las decisiones de un régimen caracterizado por la indolencia y la irresponsabilidad social, atreverse a decir que los colombianos “vivimos hoy mejor que hace siete años”. Aparte de su formación como jurista conocemos de su formación en economía, por lo que le invito a que nos ilustre sobre las razones que hayan para explicar el porque durante el régimen a pesar del crecimiento de la economía en casi todos los años, también han crecido la pobreza y el desempleo. Acaso no será que los beneficios de ese crecimiento sólo han sido direccionados a sectores afines al régimen como el financiero y sus desaforadas utilidades.


No será más torpeza política tratar de desconocer informes como el indicador para medir el nivel de desarrollo humano de un territorio, que viene trabajando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. No irán a decir que son inventos de la oposición para desviar la opinión pública. El índice de Desarrollo Humano, mide la evolución anual sobre longevidad, nivel educacional y nivel de vida medido por el PIB real per cápita.


Como se observa en el cuadro la acción del gobierno ha conducido a la patria a disminuir para la mayoría de los colombianos su calidad de vida, y la verdad no creo que sea coincidencia el declive progresivo en la curva precisamente en los años de la seguridad democrática, que si bien es cierto ha tenido algunos logros, no pueden pretender que sea la única acción de un gobierno para garantizar el cumplimiento de la esencia de la política misma .