4 de julio de 2013

HERENCIA FATIDICA

DE PROVINCIA 


Por: 
 Carlos José Bolaños

Los paros que se presentan en Colombia no son gratuitos. Quienes tuvimos el privilegio de recibir la clase  de historia patria, retirada del pensum oficial por decreto en 1984 y que la academia respectiva viene  insistiendo infructuosamente ante los gobiernos sucesivos para que sea  restablecida, sabemos que esas situaciones extremas que asumen comunidades y gremios se deben a la poca atención y al incumplimiento de pactos que hacen los gobiernos que dejan represar los problemas y entonces la solución de primera mano es represión y calificación de subversivos. Luego de un desgaste innecesario de la fuerza pública crean una comisión, generalmente sin poder de decisión para resolver los problemas.

Al parecer, la suspensión de la enseñanza de la historia se debe al estudio de una comisión de expertos extranjeros y nacionales que recomendó no enseñarla por violenta. Uno se pregunta, si nuestra historia a pesar de todas las atrocidades e injusticias que padecemos es equiparable a los contenidos narrados en el Antiguo Testamento, con un Dios que tomaba partido en las guerras y, aún en el Nuevo nos cuentan que esa generación fue capaz de apresar, torturar y aplicarle la pena muerte a un hijo de Dios. Que hubo generaciones que tuvieron que ir a la hoguera, sufrir las torturas ideadas por la Santa Inquisición, o morir bajo el frio filo del hacha, manejada por corpulentos verdugos enmascarados.  

La  recomendación de no enseñar la historia es tan nociva como decirle al enfermo que no le confiese sus dolencias al médico. El galeno lo primero que hace es levantar la historia personal del paciente. Nos pregunta que enfermedades sufrieron nuestros padres, abuelos, etc. Entre más completa sea la información mejor es el diagnóstico y más adecuada la formulación.

Los paros que hemos vivido este año, caficultores, papicultores, los habitantes del Catatumbo, para no citar más, obedecen a la acumulación de incumplimientos de los gobiernos en atender las necesidades de la gente en sus necesidades básicas: educación, salud, agua potable, infraestructura, etc. Esta es una herencia fatal, heredada por nuestros próceres de sus ancestros y continuada hasta nuestros días por quienes han asumido la responsabilidad de gobernar a Colombia.

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com

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