DE PROVINCIA
Por:
Carlos José Bolaños
Los paros que se
presentan en Colombia no son gratuitos. Quienes tuvimos el privilegio de
recibir la clase de historia patria,
retirada del pensum oficial por decreto en 1984 y que la academia respectiva
viene insistiendo infructuosamente ante
los gobiernos sucesivos para que sea
restablecida, sabemos que esas situaciones extremas que asumen comunidades
y gremios se deben a la poca atención y al incumplimiento de pactos que hacen
los gobiernos que dejan represar los problemas y entonces la solución de
primera mano es represión y calificación de subversivos. Luego de un desgaste
innecesario de la fuerza pública crean una comisión, generalmente sin poder de
decisión para resolver los problemas.
Al parecer, la
suspensión de la enseñanza de la historia se debe al estudio de una comisión de
expertos extranjeros y nacionales que recomendó no enseñarla por violenta. Uno
se pregunta, si nuestra historia a pesar de todas las atrocidades e injusticias
que padecemos es equiparable a los contenidos narrados en el Antiguo Testamento,
con un Dios que tomaba partido en las guerras y, aún en el Nuevo nos cuentan
que esa generación fue capaz de apresar, torturar y aplicarle la pena muerte a
un hijo de Dios. Que hubo generaciones que tuvieron que ir a la hoguera, sufrir
las torturas ideadas por la Santa Inquisición, o morir bajo el frio filo del
hacha, manejada por corpulentos verdugos enmascarados.
La recomendación de no enseñar la historia es tan
nociva como decirle al enfermo que no le confiese sus dolencias al médico. El
galeno lo primero que hace es levantar la historia personal del paciente. Nos
pregunta que enfermedades sufrieron nuestros padres, abuelos, etc. Entre más
completa sea la información mejor es el diagnóstico y más adecuada la
formulación.
Los paros que hemos
vivido este año, caficultores, papicultores, los habitantes del Catatumbo, para
no citar más, obedecen a la acumulación de incumplimientos de los gobiernos en
atender las necesidades de la gente en sus necesidades básicas: educación,
salud, agua potable, infraestructura, etc. Esta es una herencia fatal, heredada
por nuestros próceres de sus ancestros y continuada hasta nuestros días por
quienes han asumido la responsabilidad de gobernar a Colombia.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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