14 de marzo de 2013

Comienza viacrucis de los animales silvestres


 
ESQUINA AMBIENTAL  



Para la fauna silvestre colombiana, la celebración de la Semana Santa tiene un significado negativo, ya que varias especies son comercializadas por los traficantes ilegales para el consumo humano.

El crimen contra estos animales ya empezó. En los últimos días, la Secretaría Distrital de Ambiente y la Policía Ecológica y Ambiental, han decomisado 12 kilos de carne de tortuga icotea en la Terminal de Transportes de El Salitre, la cual iba a ser comercializada en la capital del país. 

La icotea es la principal víctima de los traficantes de fauna en la época de cuaresma, ya que su carne blanca es muy parecida a la del pollo, y en la Costa Atlántica ya es una tradición comer su carne y sus huevos. 

Los cazadores primero las ponen vivas en agua caliente. Con una segueta las abren y les extraen la poca carne que tienen. Una icotea adulta, que pesa aproximadamente 1.500 gramos, sólo tiene 20 por ciento de carne en su cuerpo. Esta tortuga es de agua dulce, y puede alcanzar los 25 centímetros de longitud. Solo habita en la Costa Atlántica colombiana, y fue declarada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una especie amenazada. 

Además de estas icoteas, las autoridades han incautado dos pericos y dos tortugas que fueron pintadas para comercializarlas ilegalmente. 

Todos estos animales venían en flotas provenientes de los departamentos de la Costa Atlántica colombiana.



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