14 de marzo de 2013

BOGOTA - MEDELLIN

DE PROVINCIA 


Por: Carlos José Bolaños

Recordé que iniciando el bachillerato por aquel entonces, había una actividad denominada "Centro Literario", espacio en el que se hacía un parangón de grandes personajes, entre Bolívar y Nariño, la Pola y Manuelita. Allí se señalaban sus ejecutoria, fortalezas y debilidades. Era un buen ejercicio extracurricular en equipo que obligaba a investigar. 


Se me ocurre hacer lo mismo con Bogotá y Medellín que acaba de obtener el título de “La ciudad más innovadora del Mundo”. Sacaron el aeropuerto de la ciudad evitando la contaminación auditiva, construyeron el Metro, a un costo al parecer nueve veces superior a lo presupuestado y aún con deudas vigentes, complementado posteriormente con Cable, Escalera Eléctrica y seguro que construirán el Tranvía. Tener sus empresas públicas (EPM) funcionando unificadas, bajo una misma gerencia, figurando entre las 100 mejores de Colombia, ejecutando grandes proyectos de infraestructura, desarrollando grandes programas ambientales. Con el transporte más organizado del país y calles sin huecos y sin desaseo. La mejor iluminación en diciembre. Con una ciudadanía que quiere, defiende su ciudad y su departamento (a veces exageradamente), sede de grandes congresos, con su derroche de colores y fragancias que deja la Feria de las Flores, para mencionar sólo algunas cosas. Claro, duelen las cosas malas que le han sucedido y siguen sucediéndole. 

Por el otro lado, Bogotá D.C., capital de la Nación y de Cundinamarca, sede del gobierno central, ciudad que recibe a todo el mundo con brazos abiertos. Actualmente la de menos criminalidad, seguramente como resultado del desarme logrado por el Alcalde mayor actual. La ciudad de menor desempleo, con mayor número de colegios y universidades. Pero duelen muchas cosas, entre ellas la falta de sentido de pertenencia, identidad y compromiso de todos (sentido PIC). Que lleve más de medio siglo posponiendo sus obras, hablando y gastando fuertes sumas de dinero en estudios para construir el Metro, pudiéndolo hacer por concesión prefiere gastar en estudios. Sin Cable, sin Tranvía. Con el Teleférico, posiblemente más caro del mundo y con el sistema de transporte más desorganizado. Con un aeropuerto adentrado en la ciudad, agente de la mayor contaminación especialmente la auditiva. Lamentable que eso le suceda a la ciudad que lo ha acogido a uno ya sea como refugiado, desplazado o inmigrante en busca de mejores oportunidades. Duele que programas como CULTURA CIUDADANA no se institucionalicen, que el siguiente mandatario los desaparezca en aras de la originalidad y se invente otros que termina asimilándose a cualquier propaganda comercial. 

Me gustaría saber que nos pasa, cómo equipararnos con ciudades más progresistas e innovadoras.



E-mail: carlosjosebol@hotmail.com






No hay comentarios: