6 de septiembre de 2012

Esta vez si??


Creo que la mayoría de los colombianos saludamos con enorme esperanza los acercamientos para la paz entre el gobierno y el considerado grupo terrorista FARC, lleguen a buen puerto y haya por el bien de la patria un cese definitivo de hostilidades y terror. Esperamos que esta vez sea la vencida por el bien del futuro de las nuevas generaciones de colombianos y colombianas, porque su calidad de vida se verá incrementada porque de no existir guerra se liberarían una enorme cantidad de recursos que deben destinarse a inversión social en educación, salud, bienestar y desarrollo tecnológico.

Debemos tener un optimismo moderado en que las partes y sobre todo la insurgencia están interesadas en llevar a buen puerto el proceso y no se queden en solo buenas intenciones. Existen referentes históricos muy lamentables porque no se ha concretado paz alguna en esta más de media centuria de violencia irracional que a nombre de la revolución no ha hecho cosa diferente sino incrementar los problemas que dicen defender. Dolor, masacres, desplazamientos forzados, pobreza creciente donde está su presencia, secuestrados políticos y económicos, víctimas por doquier.

Puede ser preocupante y criticable que los diálogos se den en medio de la continuación y posible incremento de las hostilidades militares, pero es fundamental para el país que se den las negociaciones a pesar de ese lastre.  Hoy la situación es diferente la guerrilla ya no es tan fuerte como hace 10 años. Esperamos hechos concretos por parte de las FARC como el cese al fuego definitivo, liberación de todos los secuestrados o “rehenes”, desmovilización, abandono del lucrativo negocio del narcotráfico y reparación y verdad a todas las víctimas de sus acciones. Que no se repitan los errores del gobierno del “Nefasto” con su supuesta paz con los paramilitares que no arrojó finalmente ninguna de estas necesidades al seguir las ahora denominadas BACRIM cometiendo sus desmanes con igual sevicia y las víctimas esperando la verdad y la reparación.

Si bien es cierto que se le deben reconocer al Estado logros sociales en este gobierno como la Ley de víctimas, la recuperación del empleo, control a la repartija de las regalías, disminución impacto secuelas invernales y otros. También es cierto, que para terminar de diluir el escaso ideal político que pueda acompañar a las FARC, el establecimiento tiene que “hacer concesiones” que no lo son tanto como disminuir la injusticia social, hacer una reforma agraria seria e incluyente, garantizar la participación social con incidencia y reglamentar las posibilidades de participación políticas de algunos de los que se desmovilicen.

Como siempre hemos sostenido en la patria no habrá paz en definitivo mientras permanezcan las grandes inequidades e injusticia social, y que la ilicitud narcotráfico siga siendo un atractivo negocio. Como hemos visto en la historia reciente con los cárteles del narcotráfico y con los paramilitares a pesar del riesgo pesan más sus desmedidas utilidades. Y en eso es definitivo que el presidente siga liderando que el tema se siga discutiendo en los diferentes escenarios y que el narcotráfico deje de ser la gran fuente de nuestros males.

@jairoamezquita


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