ESQUINA AMBIENTAL
"El título suena trágico pero no está alejado de la verdad habida cuenta que el estrés hídrico que muchos países hacen frente pero ya crónicamente desean tener una fuente estable de aprovisionamiento de agua.."
En el presente mapa global elaborado por el “World Resources Institute» se puede observar una amplia gama de colores que representan la vulnerabilidad o lo contrario, la seguridad en la provisión de agua destinada para el riego de los principales cultivos agrícolas.
Se nota, de manera general, que los países del Hemisferio Norte tienen más problemas con el suministro del líquido para el riego y producción de alimentos para una población global de más de 7.000 millones de habitantes y de 8.000 millones para el 2025.
Llama notablemente la atención la vulnerabilidad en la provisión segura y continua de agua, sea por lluvia, pozos o cuerpos de agua superficial en países coincidentemente súper poblados. Puedes observar una enorme y preocupante «mancha» que cubre casi la totalidad de India (población actual de 1.140 millones de habitantes), una gran porción de países en el Sudeste Asiático (1.800 millones incluyendo a China), llama la atención que la Península Ibérica sufre y sufrirá por el agua a futuro salvo no se revierta la tendencia. Egipto lo propio, el delta del Nilo donde viven las personas junto a las industrias y practican agricultura dependen sólo del río, pero no olvidemos que la población ronda los 100 millones de habitantes. Por último, la parte central de Estados Unidos de Norteamérica y México no presentan un mejor panorama.
Causas del problema.-
Son variados y voy a nombrar los principales:
- La degradación de las cuencas hidrográficas por daño al medioambiente alteran la «producción de agua y recarga de acuíferos.
- La excesiva población en algunos países incrementan la presión por los recursos hídricos causando un agotamiento de pozos.
- El daño del entorno repercute en la calidad y cantidad de agua disponible para la agricultura.
- Los desvíos premeditados por el ser humano causan riesgos en la provisión aguas abajo de estas obras.
- El cambio climático afecta el ciclo de precipitaciones causando sequías crónicas o cerca a ese estado.
¿Guerras en el futuro?
Por más trillada esté la frase de «El agua es vida», es verdad. Ya hay escaramuzas, por suerte la mayoría en el ámbito diplomático pero a medida que pasan los años y sobre todo, a medida que van aumentando las necesidades de los países por los incrementos acelerados en su población, los problemas tenderán a convertirse en conflictos bélicos. Es que no hay opciones, o salvas tu fuente de agua o comes arena, vulgarmente, claro está.
Por citar un ejemplo, el río Nilo es esencial para la supervivencia de un país como Egipto cuya población es cercana a los 90 millones de personas dependen casi en un 100 % de las aguas de ese milenario curso de agua. Pero, el Nilo nace a miles de kilómetros y cruza a varios países. Etiopía tendrá la mayor central hidroeléctrica de África, la presa Mandaia almacenará volúmenes muy significativos de agua del río, y Egipto se opone porque el flujo de agua podría verse afectado. Sudán, otro país por el cual cruza también el río ha tenido algunos roces con los egipcios, las obras de desviación del caudal no son del agrado de nadie y peor aún en este caso.
Un agricultor en Egipto contempla lo que fuera su terreno agrícola.-
Hay problemas entre varios países debido en su mayoría porque el país que está aguas abajo de las obras, principalmente presas para irrigación, se vuelve más frágil y no asegura su futuro ni para el sector agrícola ni de consumo humano.
En la actualidad hay potenciales focos de conflictos entre India y Paquistán; entre Turquía y Siria; entre Irak e Irán, Siria y Jordania, y un sinfín de conflictos locales en decenas de países. Si estos problemas no llegan a buen puerto, pueden ser detonantes de conflictos bélicos.
La pobreza, ¿una paradoja?
Resulta coincidente que los países pobres o usando el eufemismo «en vías de desarrollo» sean los que tienen más problemas en este campo. Eso agrava la situación porque la pobreza va acompañada con poca educación y mínima adopción de técnicas y tecnologías. Me refiero a que podría darse una esperanza a la “sed crónica» de estos países si es que la comunidad internacional, de manera solidaria, brindaría la capacitación técnica y el apoyo económico para la optimización de los recursos hídricos y así enfrentar la escasez que se avecina.
Juntos podemos.-
Esperemos que estos conflictos potenciales sean desactivados y vencidos con la buena voluntad y la solidaridad de quienes tienen. Suena hasta utópico pero debe ser así. Quienes tengan las posibilidades que ayuden a los necesitados. No demandan montos inalcanzables invertir en educación agrícola, en optimización de sistemas de irrigación, en modificación de hábitos de consumo, en preservación del medioambiente y en concientización ambiental.
¿Y usted qué opina?
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