ESQUINA AMBIENTAL
Está demostrado que los efectos del cambio climático, puntualmente en eventos directamente relacionados al mismo, como lo son las sequías más prolongadas y el incremento del clima, se constituían en una amenaza latente y real a los bosques.
La novedad (preocupante) que todos los árboles serían afectados y no sólo un grupo de ellos que se encuentran en regiones áridas. En breve, se creía que los árboles de zonas extremadamente áridas iban a ser más vulnerables debido al cambio climático.
Las investigaciones realizadas por equipos científicos señalan que la mayoría abrumadora de masas forestales del planeta se hallan cerca del colapso y si los eventos naturales del cambio climático se materializa como casi inminentemente empieza a ser, muchos bosques desaparecerán al no llegar a adaptarse a tiempo.
Según publicaron los científicos en la afamada revista Nature, se realizaron investigaciones en 226 especies de árboles en 81 países. Los climas fueron de los más variados, desde el trópico del Amazonas en Brasil, hasta el Mediterráneo árido.
De las investigaciones se concluyó que cerca a un 70% de las especies se adaptan cerca del medio ambiente local, sea árido o tropical, aprovechando el agua que tienen disponible PERO se hallan muy cerca de morir ante el mínimo cambio en la cantidad de agua disponible por estrés que ocasiona las sequías (Un efecto muy serio del cambio climático es la ocurrencia de más sequías).
¿Embolias en los árboles?
Cuando el árbol atraviesa por una etapa de sequía, en el xilema, su red vascular que distribuye nutrientes y agua, permite la formación de bolsones de aire que fungen como las embolias. Este bloqueo permite que a la larga el árbol se seque y muera.
No todos morirán.-
El investigador Jansen indicó que "No pretendemos decir que todos los árboles están condenados a muerte. Algunas especies migran a locaciones con mayor altitud y humedad, pero eso no sucede en ecosistemas donde la masa forestal no es continua, ha sido mermada o fragmentada o el tiempo no lo permite", señaló.
¿Qué importancia tiene?
Conocer qué especies forestales son más tolerantes a la sequía sería un "comodín" para así usarlas en las plantaciones arbóreas con tasas elevadas de éxito. Además, ya hay emprendimientos de esta clase en Europa que se centran en determinar el espaciamiento ideal entre árboles para que la densidad de la vegetación sea la óptima. Cuando hay menor densidad existe menos competencia entre los individuos por luz, nutrientes y agua.
El fin de los árboles viejos.-
El científico Craig Allen, que trabaja en el Instituto de Investigación Geológica de Estados Unidos, los descubrimientos proporcionan más evidencias sobre la fragilidad y riesgo de casi TODA la masa forestal a los eventos negativos del cambio climático.
Craig Allen indicó que "Si los modelos de simulación de temperatura son exactos, estaríamos en la puertas de entrar a una nueva etapa, la del "fin de los árboles viejos', debido a que los árboles en la actualidad mueren cada vez más por el estrés que causa el incremento de la temperatura y las sequías cada vez más fuertes y frecuentes en una buena cantidad de zonas en el mundo".
La importancia de los árboles.-
Sabemos que los árboles absorben más dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera del producido, generan oxígeno vital para la vida y son clave indiscutible en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de mitigar el calentamiento global.
Si los árboles están bajo estrés durante una sequía, absorben menos CO2 y si mueren liberan más de ese gas invernadero. Ejemplos válidos son las grandes sequías en el Amazonas en 2005 y 2010, donde la generación del gas fueron asombrosamente negativos.
¿Para cuándo actuaremos?
Esa es la pregunta del millón. Aún no nos hemos puesto de acuerdo para tomar medidas que vayan a revertir la situación ambiental tan deteriorada y que afecta a todos.
El cambio climático es una realidad, aunque no hayamos asimilado la increíble magnitud de su significado y tampoco hayamos fijado medidas de adaptación y mitigación de lo mencionado: las sequías y el incremento de la temperatura.
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