25 de julio de 2013

Expropiar el carro del borracho, la única salida.

Publicado en el portal  http://www.davidluna.co

Por : David Luna S.
          Julio 24 de 2013


Lo que está en juego no es una multa o la inmovilización de un vehículo, acá está en juego la vida de muchísimos colombianos que están en peligro cada vez que una persona se convierte en un “asesino en potencia” al conducir bajo los efectos del alcohol. -

Pese a las muertes, las multas y los castigos, siguen aumentando los accidentes causados por personas que insisten en conducir bajo los efectos del licor. La vida es sagrada y no podemos seguir tolerando una conducta que durante este año en Bogotá, ha ocasionado 86 accidentes que han dejado 20 muertos, 69 heridos y 6000 sanciones a conductores sorprendidos en estado de embriaguez. En promedio se comete una infracción por este concepto cada 43 minutos y al contrastarlo con datos del año pasado las cosas han empeorado considerablemente, pues a junio de 2012 apenas se habían registrado 3.300 sanciones.

Las cifras no mienten, porque a pesar de la preocupante situación y de enterarse de casos como el ocurrido en la madrugada del pasado 12 de julio en donde fallecieron 2 jóvenes en la calle 26, no se entiende como ese mismo fin de semana la Policía sorprendió a más de 340 conductores que transitaban ebrios por las calles de Bogotá.

Es el momento de pensar en nuevas alternativas, por que triste e increíblemente con el “garrote y la zanahoria” no ha sido suficiente. Lo que está en juego no es una multa o la inmovilización de un vehículo, acá está en juego la vida de muchísimos colombianos que están en peligro cada vez que una persona se convierte en un “asesino en potencia” al conducir bajo los efectos del alcohol. Además de seguir apostándole a la persuasión, la conciencia ciudadana y la responsabilidad que deben tener tanto los conductores, como sus acompañantes, es necesario evaluar formas de actuar diferentes a las ya establecidas.

Por eso, quiero plantear 10 sugerencias que espero las autoridades estudien y tengan en cuenta como insumos para que de una vez por todas podamos encontrar una solución definitiva a este problema:

1. A la persona que conduzca borracha, se le deberá iniciar un proceso de extinción del dominio del carro implicado en la infracción, independientemente de quien sea el dueño del vehículo. Tristemente queda claro que sólo cuando se “meten con el bolsillo de la gente” los ciudadanos reaccionan.

2. Los conductores ebrios que ocasionen muertes o lesiones no pueden tener el beneficio de la casa por cárcel. Ya varias sentencias de la Corte han definido estos hechos como homicidios con dolo eventual y penas de hasta 27 años de cárcel, y no como culposos, en donde las condenas son mucho menores. Los jueces no pueden seguir excusándonse en el hacinamiento carcelario, para evitar judicializar como se debe a las personas que conducen ebrias.

3. Cuando se discutían las implicaciones de la reforma a la justicia, el Partido Liberal propuso que la Policía tuviera la facultad para conducir a las personas que se conviertan en un riesgo para sí mismos o para terceros por estar bajo el efecto de sustancias alcohólicas, a centros especiales por un período de hasta 36 horas.

4. En el año 2012 la Defensoría planteó otra serie de medidas que pueden generar un efecto más disuasivo que la amenaza de una pena. Por ejemplo, que una persona que incurra en esta infracción pierda el cargo, realice trabajo social en las cárceles, en jardines del Bienestar Familiar o en centros deportivos.

5. Ya que se está hablando de la renovación de pases, sería pertinente volver a evaluar la implementación de una licencia de conducción por puntos, los cuales se irán perdiendo a medida que se infringen las normas de tránsito.

6. Controles de alcoholemia en los parqueaderos cercanos a los bares y sitios de rumba.

7. Modificaciones al ordenamiento territorial con el fin de determinar dónde y cómo se deben expender bebidas alcohólicas. Sería importante pensar en sitios especializados y dedicados exclusivamente a la venta de alcohol, con los cuales se podrían tener controles más efectivos.

8. Evaluar herramientas que permitan establecer corresponsabilidad de quienes acompañan al conductor que se encuentra en estado de embriaguez.

9. Seguir impulsando herramientas de educación y la cultura ciudadana que siempre serán indispensables.

10. Promover canales de comunicación y denuncia como mecanismo de prevención.

Desafortunadamente las sanciones impuestas a los conductores borrachos, los operativos de control vial y las campañas pedagógicas que se han llevado a cabo no han sido suficientes para generar conciencia sobre las terribles consecuencias de esta problemática. Por esta razón, es necesario que ciudadanía y autoridades dejemos de asumir esta situación como un problema menor y ante el poquísimo impacto que han tenido las herramientas puestas en práctica hasta el momento, se tengan en cuenta nuevas alternativas que permitan prevenir y generar conciencia en los conductores, pero sobre todo judicializar y castigar a los irresponsables que todavía insisten en manejar después de haber tomado. 


  Twitter:@lunadavid


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