DE PROVINCIA
Por: Carlos José Bolaños
Esta semana el turno
para protestar fue para los paperos debido al alto precio de los insumos
que se deben utilizar para la producción: abonos, fungicidas, empaques,
transporte, etc.; por los bajos precios que hay en el mercado a pesar de no
estar en cosecha. Al parecer el producto
está llegando de contrabando o peor, legalmente en virtud de los perversos TLC.
El mes anterior fue de los medianos y pequeños
caficultores. Ellos se quejaron porque la poderosa entidad que los agrupa, se
ha preocupado más por el bienestar de sus directivas y personal administrativo
que por la familias de los productores que deben trabajar bajo el sol y el
agua, sacar su producto a lomo de mula por caminos agrestes o pagar altos
fletes debido al pésimo estado de las trochas o vías terciarias. Las directivas
cafeteras no miraron a tiempo lo que otros países están haciendo para producir a
costos mucho más bajos que los colombianos. Se les “calmó” con un subsidio al
que seguramente no van a tener acceso quienes tienen que venderlo verde o seco
de agua. El que tiene derecho es el intermediario que lo seca, lo pone de trilla y lo vende
seguramente a las cooperativas cafeteras y se gana el subsidio, sin ser
cafetero.
Dios quiera que mañana no sean los pequeños productores
de leche, los avicultores, etc., como consecuencia de la firma de los Tratados de Libre Comercio,
aprobados sin el más mínimo debate a pesar de las múltiples constancias de los
opositores, y muy seguramente afectarán paulatinamente,
a otros sectores especialmente a la industria liviana. No se está en contra de
esos tratados, lo que preocupa y se objeta son las condiciones desventajosas
que imponen los países industrializados. Les va mejor a los países con quien
hacen la guerra y luego les invierten cantidades de dinero para reconstruirlos.
EE.UU bombardearon a Hiroshima y
Nagasaki, pero apoyaron a Japón, financiera, científica y tecnológicamente, y
además le garantizaron el mercado. Igual sucedió con Vietnam de donde salieron
vencidos pero recogieron a los hijos de los soldados americanos, los educaron y
los regresaron capacitados a su país. Al parecer tratan mejor, con más dignidad y solidaridad a
los enemigos que a los amigos incondicionales.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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