DE PROVINCIA
Por: Carlos José Bolaños
Lo que se está haciendo en La Habana es algo similar a lo
que hacen los arquitectos cuando van a construir un edificio: examinar el
terreno para elaborar los planos y poder construir lo que se proponen. Para eso
hay que mirar todo en detalle y discutir sin reservas cualquier tipo de fallas para que
sea sólido y no se derrumbe. Al parecer se empezó a discutir por el tema propuesto en el año de 1964 por los
entonces 44 guerrilleros, por una reforma agraria, que le hicieron fracasar
primero a López Pumarejo y luego a
Lleras Restrepo; apoyo al campesinado y alguna carretera que
costaba unos $ 5 millones de pesos. Las exigencias fueron presentadas al gobierno por la comisión
de paz, presidida si no estoy mal por ese gran colombiano, don Otto Morales Benítez. La respuesta de algunos
círculos políticos fue contundente: que les van a dar tierras y carreteras a
esos campesinos analfabetos. Lo que hay que darles es plomo. Ante esa respuesta despreciativa el doctor Morales pronuncio aquella famosa frase:
EN COLOMBIA HAY ENEMIGOS AGAZAPADOS DE
LA PAZ, fenómeno vigente.
Esa respuesta condujo al gobierno a empezar está cruel guerra que
lleva medio siglo, donde las fuerzas políticas dominantes con absoluto desprecio
de los beneficios de la paz han pretendido, infructuosamente resolver el
problema a base de represión, que entre más violenta haya sido, más multiplicó
el
número de guerrillas y guerrilleros.
Esta demencia guerrera da muy pocos ganadores: los países
fabricantes de armamento bélico, los proveedores de insumos. Los perdedores,
cada colombiano que ha nacido en tiempos
de guerra absurda con menos posibilidades de educación, salud, vivienda,
empleo, etc.
La marcha de este 9 de abril, coincide con los 268 años
del nacimiento de Nariño, el hombre de los Derechos y los 65 años del asesinato de Gaitán, el hombre de la oración por la paz,
pensamientos que vinieron a plasmarse,
en nuestra actual Constitución Política, lastimosamente en franco desmonte en la parte de derechos, debe servir para que
la Colombia urbana comprenda los
beneficios de la paz y el drama de la
Colombia rural que es la que pone los muertos ya sean soldados, policías o guerrilleros.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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