11 de abril de 2013

ARQUITECTOS PARA LA PAZ

DE PROVINCIA 


Por: Carlos José Bolaños

 Lo que se está haciendo en La Habana es algo similar a lo que hacen los arquitectos cuando van a construir un edificio: examinar el terreno para elaborar los planos y poder construir lo que se proponen. Para eso hay  que mirar  todo en detalle y  discutir  sin reservas cualquier tipo de fallas para que sea sólido y no se derrumbe. Al parecer se empezó a discutir  por el tema propuesto en el año de 1964 por los entonces 44 guerrilleros, por una reforma agraria, que le hicieron fracasar primero a López Pumarejo  y luego a Lleras Restrepo; apoyo al campesinado y alguna  carretera que  costaba unos $ 5 millones de pesos. Las exigencias  fueron presentadas al gobierno por la comisión de paz, presidida si no estoy mal por ese gran colombiano, don  Otto Morales Benítez. La respuesta de algunos círculos políticos fue contundente: que les van a dar tierras y carreteras a esos campesinos analfabetos. Lo que hay que darles es plomo. Ante esa  respuesta despreciativa  el doctor Morales pronuncio aquella famosa frase: EN COLOMBIA HAY ENEMIGOS AGAZAPADOS DE LA PAZ, fenómeno vigente.

Esa respuesta  condujo  al gobierno a empezar está cruel guerra que lleva medio siglo, donde las fuerzas políticas dominantes con absoluto desprecio de los beneficios de la paz han pretendido, infructuosamente resolver el problema a base de  represión,  que entre más violenta haya sido, más   multiplicó  el   número de  guerrillas y guerrilleros. 

Esta demencia guerrera da muy pocos ganadores: los países fabricantes de armamento bélico, los proveedores de insumos. Los perdedores, cada colombiano que ha nacido  en tiempos de guerra absurda con menos posibilidades de educación, salud, vivienda, empleo, etc.

La marcha de este 9 de abril, coincide con los 268 años del nacimiento de Nariño, el hombre de los Derechos  y los 65 años del asesinato de Gaitán,  el hombre de la oración por la paz, pensamientos que vinieron  a plasmarse, en nuestra actual Constitución Política, lastimosamente en franco desmonte  en la parte de derechos, debe servir para que la Colombia urbana  comprenda los beneficios de la paz y  el drama de la Colombia rural que es la que pone los muertos ya sean  soldados, policías o guerrilleros. 

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com


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