30 de enero de 2013

Crisis Alimentaria Mundial (1)

Soberanía Alimentaria y Economía Popular

Efraín Villamil Gil.   
Gestor Mercados Campesinos y Comunales

La llamada crisis mundial es un conjunto de hechos que se han venido presentando en muchos países, relacionados con transformaciones de los ciclos alimentarios creadas por tendencias y cambios económicos, sociales y territoriales; acciones especulativas del mercado mundial de alimentos; políticas dominantes; promoción mediática de percepciones y argumentos justificadores de los anteriores. Al interior de estas tendencias y cambios económicos sociales y territoriales, se encuentran la súbita alza de los precios de los alimentos básicos, y la alteración en la composición de los mercados, en los usos del suelo y en la organización de los territorios donde aquellos se producen, en todo el mundo. Las políticas públicas se destinan al favorecimiento estatal, a la especulación financiera y a la concentración de capital, las políticas de libre comercio, y los subsidios a la producción agroindustrial necesaria a los modelos de desarrollo y de consumo dominantes. Los argumentos mediáticos que favorecen esta situación, se refieren a encubrir realidades o decir verdades a medias, que como se sabe son mentiras completas, sobre el hambre en el mundo, la crisis climática, la supuesta escases de comida y de no competitividad de la producción campesina del tercer mundo, o la imposible sostenibilidad del modelo de desarrollo dominante.

En su conjunto, la crisis favorece la intención de obligar a los campesinos y países del sur a producir para exportar, y abrir mercados nacionales y regionales a las transnacionales; y recrea violentas alzas de precios de alimentos e incrementa el hambre en el mundo: el arroz subió un 90% en 45 días, el trigo en un 130% en el último año, la soya el 87% y el maíz 53%. Como efecto de toda la crisis, 1.200 millones de personas no tienen acceso a los alimentos, según el Programa Mundial de Alimentos, PMA.

El panorama obliga a que se desarrollen modelos alternativas para buscar un desarrollo social y económico más justo, partiendo de la misma base poblacional generando procesos de culturización y concientización sobre la calidad de la alimentación. Debemos seguir trabajando en la construcción de políticas y estrategias de resistencia popular y soberanía alimentaria que permitan que las mayorías de la población necesitada de nuestras sociedades accedan al agua potable y a la cantidad proteica alimentaria mínima que no solamente garantice su subsistencia sino su crecimiento personal y familia en términos de calidad de vida con dignidad.  

E –mail: hyntiva@yahoo.com



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