El paro judicial, la pérdida de mar, la reforma tributaria y otros temas importantes han sido relegados por los grandes medios, por los grandes comunicadores que han dedicado la mayor parte del tiempo a vigilar y a difundir los desaciertos de la administración Distrital, especialmente en el tema de las basuras, ignorando algunos aciertos porque, si somos imparciales, justos, también los tiene. Lástima que no hayan actuado y actúen con la misma intensidad con lo ocurrido y puede seguir ocurriendo a nivel nacional y seccional.
La señora Ministra de Justicia en varias entrevistas muestra gran conocimiento sobre los problemas del sector; está en lo que está, no de pasajera haciendo política electoral. No la dejó iniciar inmediatamente su labor el largo paro judicial. En los reportajes plantea soluciones. Dice por ejemplo que se pueden hacer muchos cambios a la justicia sin necesidad de reformar la Constitución, que no todo debe ser cárcel, cuando se trate de delitos menores para resolver el tremendo hacinamiento carcelario (exceso hasta del 400 % y que barbaridad: se construyen, relativamente más cárceles que establecimientos educativos); jamás nos hemos detenido a pensar lo que le cuesta a los contribuyentes sostener un preso. Le cuesta muchísimo más que un estudiante de la Universidad Nacional: algunos dicen que 100 mil pesos diarios. Un juez muy profesional me comenta que mucho más si se suman, taxativamente, los sueldos de los funcionarios del juzgado que lleva el caso, más los gastos de salud, vigilancia, transporte, etc, etc. Derogatoria de leyes inútiles. Considerar al adicto como enfermo y problema de salud pública. Le entendí que no está de acuerdo con los privilegios pensiónales; no deben superar los 25 SMM; que suprimiendo los regímenes especiales se podrían pensionar a 3000 o más personas. Naturalmente sectores no muy liberales parecen no estar de acuerdo.
Temas para reflexionar: la cárcel debe ser, como dice la señora Ministra para la gente que genere peligros, cometa delitos mayores, graves. Para quienes como dice Mockus no manejan la vida y los dineros de la salud, la educación, los recursos públicos en general, como sagrados.
Lo sucedido pone de manifiesto la necesidad de tener una prensa, unos comunicadores imparciales, veraces, independientes, que ayuden a construir una nación fuerte, una verdadera democracia.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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