Un equipo científico
conducido por Paola
Sebastiani y Thomas Perls de la
Universidad de Boston, descubrieron el secreto para una vida larga y saludable.
El resultado del estudio fue publicado en un artículo en la revista de
divulgación Science el 1 de julio. Los
genetistas llegaron a identificar 150 zonas en el genoma que diferencian de sus
congéneres a las personas que tienen alrededor de 100 años y están
relativamente en un buen estado físico y mental.
Según la publicación, casi
una de cada siete personas, es decir un 15%, posee una combinación genética que
le garantiza una larga vida. Sin embargo, sólo una de cada cien (1%), alcanza
efectivamente una edad muy avanzada. En la búsqueda de propensiones genéticas
definitivas, el equipo de especialistas de Boston examinó el genoma de 1.055
personas de entre 119 y 95 años, que estaban con frecuencia admirablemente en
buena forma, y 1.267 personas tomadas como control. Los investigadores creen
que en análisis genéticos adicionales de personas longevas podrían identificar
versiones “buenas” de una multiplicidad de genes que le permitirían a las
personas evitar enfermedades asociadas con la edad.
Que las personas
favorecidas genéticamente para una vida larga mueran antes se podría deber a
otros factores como la alimentación, la escasa actividad física, la falta de
buen descanso, el consumo de alcohol y cigarrillos o un accidente, declararon
los genetistas pocas horas antes de la publicación de su trabajo. Tenemos en
claro que la longevidad tiene un elemento genético. Sumado a este componente
los nonagenarios y centenarios tienen una vida activa; una vida mental sana con
respecto a los no longevos.
La diferencia está en cómo
lo viven, “Las personas mayores con comportamientos altruistas tienen un 60%
más posibilidades de prolongar la vida que las que tienen actitudes egoístas”. Artículo
original de www.lagranepoca.com
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