13 de septiembre de 2012

145 AÑOS DE NUESTRA UNIVERSIDAD NACIONAL (UN)

DE PROVINCIA 

Por: Carlos José Bolaños


El sistema educativo, en sus diferentes grados, público y privado es determinante para la prosperidad y la consolidación de una  nación. No podremos alcanzar a países que hace 50 años estaban menos desarrollados que nosotros hoy, por desafortunadas decisiones políticas. Si seguimos negándole sistemáticamente recursos a la educación pública y estimulando la privada que monopoliza los altos cargos del Estado. Con gabinetes integrados con profesionales de los dos sectores tendremos menos desigualdad.

La UN es la obra magna de los pocos y  verdaderos estadistas que hemos tenido. El esfuerzo que muchos colombianos habían emprendido desde Santander, los Radicales, el fontibonense Manuel Ancizar, para crear una  universidad pública estatal, lo consolida López Pumarejo al asignarle el terreno y los dineros necesarios para  construir la Ciudad Blanca,  obra que vemos  cuando transitamos entre las calles 26 y 53 y por la carrera 30. Desde la calle observamos los edificios, pero  jamás se nos ocurre entrar y mirar a fondo, recorrer  su campus, detallar  sus edificios y sobre todo enterarnos de lo que allí  se hace. Pudiera ser una  manera de borrar la imagen negativa que nos transmiten, inconscientemente los medios. Que se dan hechos desafortunados… si, realizados por una inmensa minoría especializada en reclutar ingenuos y crear el caos con los fines de anarquizar, desprestigiar y justificar la  privatización de la educación pública.

Se piensa que la universidad no es de nadie. Es de alguien. Es de todos los colombianos, al igual  que las 28 universidades públicas que existen en Colombia. Si yo tuviera acceso a las directivas no solo de la UN sino de todas, les propondría organizar caminatas por sus campus para  crear y desarrollar en el pueblo el sentido PIC- sentido de pertenencia identidad y compromiso- con lo que es nuestro. Las edificaciones de nuestra UN, informa su rector, Dr. Mantilla están deterioradas, hay que reforzarlas o reconstruirlas. Eso no sería preocupante si tuviéramos un modelo económico diferente al imperante que condiciona a los gobernantes a priorizar lo económico en detrimento de la calidad de toda forma de vida, destrucción  de los recursos naturales, privatizaciones, etc. Ante la inconsciencia política actual me  atrevo a proponer a los egresados de la UN, que hagan  algo, incondicionalmente claro, como lo hizo su condiscípulo,  Don Luis Carlos Sarmiento Angulo. Al resto de los colombianos, un  día de sueldo al año. Mil pesos mensuales los más pobres o sea doce mil al año. Así no solo salvamos algo valiosísimo sino que aprenderemos a querer y a defender lo  nuestro. Debemos tener la misma solidaridad con las instituciones públicas  de donde egresamos como la tienen los privados. Ejemplo Uniandinos.

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com



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