ESQUINA AMBIENTAL
La deforestación que se ha venido dando a pasos agigantados en décadas recientes ha transformado muchos puntos de nuestra geografía alterando constantes climáticas de las que gozaron generaciones, poniendo en gravísimo peligro el futuro climático, agrícola y ambiental, por no hablar de los problemas de transformación de las cuencas hidrográficas que provocan problemas mayúsculos, tal como han contribuido a las consecuencias de las olas invernales. La estupidez humana juntada con ineptitudes y corrupciones donde existieran abundantes bosques, tiene muchas y muy variadas razones de origen: sobreexplotación de maderas para el desmedido lucro de algunos agricultores o industriales; transformación de zonas boscosas en áreas de cultivo o pastoreo buscando el rápido retorno de la inversión, incendios forestales perpetrados por la incultura, la falta de hábitos de la limpieza o prevención de siniestros por parte de ciudadanos que acuden al bosque de excursión, o por el anhelo de forzar con hechos consumados la conversión de una zona forestal en zona habitacional, aunado la mayoría de las veces con la inacción gubernamental, son algunas de las muchas razones por las que cada día se siguen perdiendo extensiones de bosques que no se recuperan.
Sus consecuencias, no están sólo en la pérdida de grandes riquezas forestales y el entorno de la diversidad biológica, sino también en las afectaciones al clima por efecto primero de la pérdida de la atracción natural de lluvias y también por la irremisible pérdida de tierras ricas en nutrientes, las cuales por la erosión, secan ríos y lagos produciendo que éstos reduzcan sus espejos de agua, intensificándose la evaporación. El problema de la deforestación es otro típico ejemplo de lo que hace el egoísmo y el pensar inmediatista e intrascendente en la vida de las personas y los pueblos, que quieren lucrar solamente y no sembrar para que sus hijos y nietos gocen de la sombra y la madera del árbol.
@naturaambiental
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