10 de abril de 2014

GAITAN, 66 AÑOS

DE PROVINCIA 


Por: 
Carlos José Bolaños

 
 
En la conmemoración de los 66 años de su asesinato, que aún permanece en la impunidad, creo oportuno reseñar un poco la obra que realizo en sus 46 años de existencia.

Estudió en escuela pública, abogado de la Universidad Nacional, hijo de maestra de escuela y de librero. Algunos dicen que nació en Bogotá, otros que en Cucunubá. Político Diputado a la Asamblea de Cundinamarca 1924-25. Congresista. Alcalde Bogotá en 1936. Magistrado de la corte Suprema de Justicia, 1939. Ministro de Educación 1940; de Trabajo 1944. Rector de la Universidad libre 1924. Candidato a la presidencia, para el período 1946- 1950. Como alcalde adelantó reformas sociales, promovió la municipalización de los servicios públicos, los restaurantes o comedores escolares. De buena fe, por higiene y dignificación de la profesión quiso uniformar a los lustrabotas y taxistas prohibiendo el uso de la ruana, el sombrero y las alpargatas, motivo que aprovecharon sus adversarios para organizarle paros, bloquear la ciudad y tumbarlo. Organizó la Feria Popular del Libro, que dio origen a la  actual feria.

Cuando lo destituyeron dijo que “Hoy por hoy, lo puede comprobar todo el mundo: en Colombia todos los órganos del Estado legislativo, ejecutivo, judicial actúan únicamente con las necesidades, el querer y los designios de la minoría privilegiada”. Como Ministro de Educación emprendió una campaña de alfabetización obligatoria. Implantó el zapato gratuito, los restaurantes escolares, el cine educativo ambulante, la extensión cultural masiva e inició el salón Nacional de Artistas y la educación primaria obligatoria.

Dos meses  antes su asesinato, pronunció tal vez el más importante de sus discursos, el más sobrio y de mayor contenido social: la Oración por la Paz, en la que pide “paz y piedad para la patria”.

Gaitán sigue vigente, aunque lo hayan desaparecido físicamente, ahí están sus ideas, denunciando la injusticia, fustigando la desigualdad, invocando la paz. Tan grande que aún hoy existen sus detractores. Declaran que hubiera sido un mal gobernante. Seguramente sí, porque habría gobernado para el pueblo, continuado las reformas empezadas por López Pumarejo y evitado los 520 mil muertos que hemos tenido en las últimas dos guerras, de las 14 que dicen  ha habido, en las que el  único gran perdedor siempre es  el pueblo.



E-mail: carlosjosebol@hotmail.com   

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