16 de mayo de 2013

MADRES, MAESTROS, FAMILIA

DE PROVINCIA 


Por: Carlos José Bolaños


Me capturaron las celebraciones. El día de las madres es  8.760 horas; el tiempo les alcanza para todo. En las madres todo es admirable, excepto en aquellas  que se hacen madres tempranamente, casi niñas, sin  siquiera terminar la secundaria y mucho menos haber comenzado y terminado una carrera. Eso les trunca cualquier proyecto de vida. Viajar en el transporte público donde se suben  mujeres  a contar que son madres cabeza de hogar, con 1,2, 3 niños y que su única oportunidad de conseguir un ingreso para sostener su familia depende de la colaboración que le den los pasajeros comprándoles algo; como hombre me  avergüenza, me provoca meterme debajo del asiento. Lamento que el Estado no  enseñe a los estudiantes que mientras la tasa de natalidad sea superior a la tasa de empleo, la calidad de vida empeora más y más y se condenan para as siguientes generaciones. 

Los maestros. No solo son aquellos que  dedican su vida a  transmitir  conocimientos y a formar buenos ciudadanos y ciudadanas. Según Savater nadie se libra de ser educado. Que la  formación  puede ser buena o mala. En ese sentido  todos somos educadores, especialmente los servidores públicos. Ellos deben ser muy, muy conscientes que sus actos, su conducta, van a ser replicados por la gran masa. Si tenemos servidores públicos ecuánimes, justos, honestos, solidarios, pacifistas, tolerantes,  convencidos de que la única forma de combatir la pobreza y la desigualdad  solo se logra con una fuerte inversión en  educación, ciencia tecnología e innovación. No podemos olvidar que la forma más directa y sutil de educar es con  el ejemplo. El hacinamiento carcelario es un indicativo muy fuerte para revisar la clase de educación que estamos recibiendo.  La frase, que nos dice algo que si no queremos  castigar al hombre debemos educar al niño, no puede ser letra muerta.  

La familia: No es solo el núcleo derivado de la pareja. Lo son mis hermanos, mis cuñados, mis sobrinos, etc. Lo son mis compañeros de trabajo, de estudio. Y lo son los habitantes de mi barrio de mi urbanización, de mi vereda, de mi municipio, de mi país. En términos más amplios, la raza humana  compone una familia, sean blancos, negros cobrizos, amarillos etc.

Para las madres, los maestros y la familia nuestra admiración, gratitud y solidaridad. 

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
            

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