(Abril 23 de 2013).
Por : Horacio Serpa
Muchos
debates y opiniones se presentaron a raíz del discurso del Presidente Santos,
ante los Alcaldes, en Cartagena. Sorprendió la propuesta del alargue del actual
período presidencial por dos años, de la cual se desmontó bastante rápido. La
verdad es que ni fue bien explicada, ni bien entendida. A estas horas ya forma
parte del pasado. Vale la pena recordar que desde hace varias semanas Piedad
Córdoba la viene comentando.
El
período presidencial de seis años, sin reelección, es necesario estudiarlo a
fondo. Para el futuro, desde luego. Fue propuesto y analizado en la Asamblea
Nacional Constituyente de 1.991, en la que no hubo el consenso que permitiera
su aprobación. Existe en Méjico, con buenos resultados. En otros países el
período es de cinco años, también con éxito. Ojalá no se eche “en saco roto”.
Tampoco
debe dejarse de lado el propósito de eliminar la reelección presidencial. A
estas alturas ya se sabe que la reforma para instituirla fue una especie de
atraco constitucional. Y también hay consciencia de los pocos buenos resultados
que le trajo al país. Para que esperar más tiempo. Desde ahora se debe suprimir
a partir de 2.018, pues no es dable cambiar las reglas de juego a mitad del
camino y el doctor Santos fue elegido por 4 años, con opción de reelección.
El
Partido liberal debe asumir la responsabilidad de presentar la reforma, para
volver a lo dispuesto por la Constituyente. Entre otras cosas, sería una buena
entrada al análisis del apoyo a la reelección del Presidente Santos. No hay que
olvidar que el Partido Liberal viene de oponerse a la reelección presidencial,
de lo cual no puede retractarse sin buenas razones. Las hay en cuanto que el
doctor Santos adelanta un buen gobierno, con talante liberal, lo cual tendrá
que definir en una consulta o en un futuro congreso de la colectividad. Y ante
el partido ninguna presentación será mejor que la de eliminar el “articulito”
que tantos problemas generó.
Sería
la oportunidad de modificar los períodos a los gobernantes y aún a las
Corporaciones Públicas. Esta clase de reformas, claro está, exigen amplios
consensos políticos. No puede ser por cuestiones de coyuntura sino por
requerimientos democráticos y conveniencia nacional.
Muy
importante es tener en cuenta que en época electoral no se deben hacer reformas
al sistema político. Y que esta clase de modificaciones, como atrás quedó
anotado, deben tener efectos hacia el futuro.
Se
repitió hasta la saciedad que la reforma que introdujo la reelección
presidencial no debía hacerse a partir del primer mandato del Presidente Uribe.
Pero no se hizo caso y se sentó un pésimo precedente, que no debe volver a
repetirse.
A
propósito de estos temas es importante estudiar los antecedentes históricos. En
la Constitución de Rionegro el período presidencial fue de dos años. En la
Constitución de 1.886, se elevó a seis años. Y en la reforma de 1.910 se redujo
a cuatro años. Interesante analizarlo.
Twitter: @HoracioSerpa
1 comentario:
En total acuerdo que es una necesidad primaria eliminar la reelección ya que en el primer mandato van a jugársela toda por la reelección y en la segunda elección van por su tajada abajo la reelección
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