Las circunstancias, detalles indican que el niño Dios es colombiano.
Nació en Belén. En el Barrio Belén, Belén de Umbría o tal vez en Belencito? Tampoco tenía apellido; se le
conoció después como Jesús de Nazaret, por lo que se podría suponer que más
bien nació en aquel bonito municipio cundinamarqués. Y más ahora sin burro y
sin buey. Un sacerdote decía que el
burro en esa época era el equivalente a las burbujas de hoy, a los
poderosos 4X4. Hijo de desplazados, como tantos niños nuestros. No pudo nacer en su propia tierra. Seguramente
porque acabaron con el hospital que en alguna época prestaba servicios
eficientes y en ese momento ni siquiera podía atender los partos normales. (No crean
que me estoy refiriendo al hospital de mi pueblo).
Lo veneran y le piden durante 8 días de todo, hasta la prudencia,(si
la da, como que no la usamos). El día
9º, al momento de repartir los regalos,
lo hacen a un lado y toda la atención se la entregan a un señor bastante pasado
de kilos, vestido de rojo, (este año hasta estrella azul; muchas felicitaciones)
barba y cabellos blancos. No habla. Por la risa, jo, jo, jo, presumen que viene “jalao” que no le permite hilar las palabras; además
conduciendo en ese estado, nunca lo han pescado. El Niño Dios queda olvidado, sin burro, sin buey; el show se lo lleva papá Noel, aunque los regalos se los
hayan pedido al Niño.
Diciembre sigue siendo un mes distinto. Las presiones,
injusticias, desempleo, incomprensiones como que dan un respiro; la rudeza le
deja espacio a la amabilidad, a la
cortesía. Brota la espontaneidad para el abrazatón y el besotón, palabras acuñadas por los estudiantes. Lo malo es que la gente gasta más de lo que ha
ahorrado, compromete lo que no se ha ganado. Realmente falta una buena educación para el correcto manejo del dinero y las entidades financieras
pueden, deben contribuir a que la gente no se comprometa con obligaciones que no
puede cumplir.
Deseamos una NAVIDAD en paz para todos, sin quemados, ni
mutilados, sin balas perdidas, sin muertes violentas, sin secuestrados y
solidaridad con los sanandresanos, tan colombianos como nosotros.
Nota: Profundamente
conmovedor la entrega de regalos auspiciada por Hayuelos a los niños con
enfermedades terminales de la Fundación Vale Soñar que dirige la actriz Diana
González.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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