20 de diciembre de 2012

DE PROVINCIA 

Por: Carlos José Bolaños


Las circunstancias,  detalles indican que el niño Dios es colombiano. Nació en Belén. En el Barrio Belén, Belén de Umbría o tal vez  en Belencito? Tampoco tenía apellido; se le conoció después como Jesús de Nazaret, por lo que se podría suponer que más bien nació en aquel bonito municipio cundinamarqués. Y más ahora sin burro y sin buey. Un sacerdote decía que el  burro en esa época era el equivalente a las burbujas de hoy, a los poderosos 4X4. Hijo de desplazados, como tantos niños  nuestros. No pudo nacer en su propia tierra. Seguramente porque acabaron con el hospital que en alguna época prestaba servicios eficientes y en ese momento ni siquiera podía atender los partos normales. (No crean que me estoy refiriendo al hospital de mi pueblo).

Lo veneran y le piden  durante 8 días de todo, hasta la prudencia,(si la da, como que no la usamos). El  día 9º, al momento de repartir   los regalos, lo hacen a un lado y toda la atención se la entregan a un señor bastante pasado de kilos, vestido de rojo, (este año hasta estrella azul; muchas felicitaciones) barba y cabellos blancos. No habla. Por la risa, jo, jo, jo,  presumen que viene  “jalao”   que no le permite hilar las palabras; además conduciendo en ese estado, nunca lo han pescado. El Niño Dios queda olvidado,  sin burro, sin buey; el show  se lo lleva papá Noel, aunque los regalos se los hayan pedido al Niño.

Diciembre sigue siendo un mes distinto. Las presiones, injusticias, desempleo, incomprensiones como que dan un respiro; la rudeza le deja  espacio a la amabilidad, a la cortesía. Brota la espontaneidad para el abrazatón y el besotón,  palabras acuñadas por los estudiantes. Lo  malo es que la gente gasta más de lo que ha ahorrado, compromete lo que no se ha ganado. Realmente  falta una buena educación para el correcto  manejo del dinero y las entidades financieras pueden, deben contribuir a que la gente no se comprometa con obligaciones que no puede cumplir.

Deseamos una NAVIDAD en paz para todos, sin quemados, ni mutilados, sin balas perdidas, sin muertes violentas, sin secuestrados y solidaridad con los sanandresanos, tan colombianos como nosotros.                       

Nota: Profundamente conmovedor la entrega de regalos auspiciada por Hayuelos a los niños con enfermedades terminales de la Fundación Vale Soñar que dirige la actriz Diana González.

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com

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