9 de agosto de 2012

LAS BATALLAS

DE PROVINCIA 

Por: Carlos José Bolaños

Todas las naciones del mundo han tenido sus guerras.  En su momento algunos países estaban menos desarrollados que nosotros. Japón  después de su  humillante destrucción, comprendió que la guerra no era el camino y se dedicó a construir su nación.  Corea del Sur, apoyada  con el glorioso Batallón Colombia. Hoy quiénes son esos países? Ni en 50 años los podremos alcanzar.  Los  europeos  libraron  dos guerras  mundiales.  Toda  América las tuvo;   hoy están libres de ese flagelo  

Colombia,  es la excepción. Su clase dirigente sigue  empeñada en gastar los recursos para el desarrollo en la guerra. Se le asignan recursos por decreto, mientras que para la educación  los maestros, los estudiantes, los padres tienen que hacer caminatas de hambre, marchas, plantones,  para que no le quiten recursos, para que no la privaticen. A Colciencias le disminuyeron el presupuesto. Los científicos, conscientes de las repercusiones tan negativas se dirigieron al presidente.

Colombia, en permanente  conflicto. La que más se ha empobrecido, la que más territorio ha perdido: Panamá, Los Monjes y no sabemos que diga “en su sabiduría” el Tribunal de la Haya, respecto a Nicaragua. Por qué? Presumiblemente por su legislación, por sus 14 Constituciones siempre encaminadas a  sostener, crear más y más privilegios para las 100 familias gobernantes de las que hablan los estudiosos, especialmente  la anterior que rigió 105 años, complementada con el represivo artículo 121  que permitía declarar perturbado el orden pública y suspendidas toda clase de garantías, según  el genio con que se levantara el gobernante.

Los jefes de los  dos  partidos tradicionales, durante muchos  años insultándose en público, dividiendo la nación entre  malos y buenos, entre ateos merecedores del fuego eterno y virtuosos varones dignos de figurar en el santoral, pero cenando  en privado y al  parecer estableciendo compadrazgos. Algún  capítulo registra más de 300 mil crímenes, que se quedaron en la impunidad mediante la firma de un pacto, que permitió   a los jefes repartirse el poder, pero generó problemas por la “dictablanda” de los dos partidos; incrementó el clientelismo, la desigualdad, la  corrupción y  la aparición   de las guerrillas, inicialmente con una ideología,  hoy tristemente perdida, desangrando  a la nación.

Lamentable que la celebración este 7 de agosto fuera para anunciar más recursos para la guerra y no para la educación, mientas que las naciones que progresan  sus guerras, sus batallas son contra la ignorancia. 

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com

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