DE PROVINCIA
Por: Carlos José Bolaños
Generalmente tenemos razón en lo que decimos, pero la
forma, el estilo que utilizamos puede
causar, desde pequeños hasta grandes conflictos tanto a nivel familiar como comunitario.
En lo político las guerras en el mundo se desatan por la mala utilización del lenguaje. Nosotros somos el país con mayor
número de guerras y con las guerrillas más viejas del mundo, con una violencia
en todos sectores de la actividad humana y seguramente uno de los factores determinantes
de esta tragedia es el estilo agresivo que ha caracterizado a no pocos de
nuestros gobernantes y dirigentes. Nuestra cultura nativa, basada en la
solidaridad, fue destruida por los conquistadores o “invasores”, y nos
impusieron su cultura caracterizada por el individualismo, la codicia, la exclusión,
la justicia selectiva, etc.; evangelizaron a los “salvajes” en plena vigencia
de la “Santa Inquisición” cuyos métodos de tortura iban desde aparatos terriblemente
crueles hasta la misma hoguera; el despojo de bienes y el destierro o la
ejecución, con bendición incluida. Aun
hoy, se sigue exterminando a la América indígena en constantes masacres de
los pocos “indios” que subsisten. Esta semana dan cuenta que de cada 10 indígenas,
4 pasan hambre. Increíble que esto pase en un país que se enorgullece de que la
economía va muy bien. Vivimos un período
colonial devastador donde se cometieron toda clase arbitrariedades, seguido por el
republicano; gobernados por el militarismo y el caudillismo. Más adelante
gobernó la intolerancia y el sectarismo, apoyado desde los púlpitos y como
resultado estamos naufragando en el oscuro mar de las violencias. Con un himno
que en opinión de W. Ospina la libertad sublime que celebra su autor es haber
suprimido todas las libertades que contenía la Constitución liberal de 1863,
reemplazada por una oscurantista que rigió 105 años.
Como respuesta a la comunicación agresiva surgió un nuevo
estilo de lenguaje, verbal y no verbal
llamado comunicación ASERTIVA, la
cual nos permite decirle al otro lo que pensamos
sin herirlo, sin faltarle al respeto. La empresa privada en Colombia lo ha promovido y ha derivado los mejores
resultados logrando que sus equipos de trabajo realicen su labor dentro una
gran armonía. Esa comunicación poco se
practica las esferas oficiales. Es
lamentable oír ese lenguaje agresivo que
crispa los ánimos de la gente y algunos
están de acuerdo en que se amplié la guerra hasta entre vecinos.
Si el sistema educativo no ha incorporado a su pensum temas como comunicación asertiva, resolución
de conflictos, autoestima, al hacerlo ayudaría mucho para resolver la
problemática que vivimos. La buena noticia que nos da el doctor Yunis es que
nuestras violencias no son genéticas como muchos creen, sino culturales heredadas
de quienes nos colonizaron y que eso se puede corregir, con voluntad política.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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