DE PROVINCIA
Por: Carlos José Bolaños
“No faltan campañas… sino CONCIENCIA CIUDADANA sobre la
necesidad de saber CLASIFICAR los desechos” La anterior declaración la encontré en un periódico del lunes 20 de
junio de 2011. Fui al diccionario que me dice: CLASIFICAR “ordenar o disponer
por clases”. Y CONCIENCIA, “conocimiento
reflexivo de uno mismo y de las cosas”. El
problema puede ser de semántica, porque la campaña la adelantan con la palabra RECICLAJE que significa: “Un proceso
fisicoquímico o mecánico que consiste en someter una materia o un producto ya
utilizado mediante un ciclo de tratamiento total o parcial para obtener un
nuevo producto”. Dicen que la mente es pasiva y trabaja sin descanso. Cuando
encuentra algo contradictorio no ejecuta las cosas, no mueve la voluntad. En
los hogares, comercios, oficinas, fábricas, etc., es imposible RECICLAR, no tenemos máquinas ni
químicos.
Escribiendo esta nota encuentro una buena noticia: “La Corte Constitucional avaló el nuevo modelo para el aseo en Bogotá, presentada por entoces director de UAESP, Guillermo Asprilla”. (26-4-12 El Tiempo). Que capacitarán a 20 mil estudiantes de los grados 10 y 11…y a más de 7 mil “recicladores” (mejor recolectores?): nuestra visión nos dice que la acción debe ir mucho más allá: la educación debe ser masiva y presencial, no con base de publicidad, ojalá conjuntamente con quienes sobreviven de este durísimo oficio utilizando los salones comunales o zonas sociales, todo tipo de establecimientos educativos, iglesias. Lograríamos dos cosas: saber que ellos también son personas, humanos como nosotros, la gran diferencia: que el Estado no les dio las mismas oportunidades que a nosotros.
Al fijarles un día especial para que recojan los residuos,
los cambios serán trascendentales porque ese el día los carros, correctamente llamados RECOLECTORES
no circularán, se fomentará la solidaridad, se evitará el desorden, bajarán los niveles de contaminación, mejorará la
movilidad, y se reducirán los costos. Se
darán las extrañas figuras entre nosotros del GANA GANA, y la SOLIDARIDAD. (Será esto real o fruto de la fiebre que me acompaña?) Ojo: con los
biodegradables las comunidades que tengan espacios pueden hacer negocio: producir
humus mediante la lombricultura, absolutamente inocua y productiva. No requiere
químicos. Las máquinas son las lombrices. Recordemos que la contaminación ya es
global. La solución nos compromete a todos: industrias de toda naturaleza,
comercio, oficinas, iglesias, y obviamente a la familia. Pregunta: qué hacen las plazas de mercado con
tanto deshecho útil?.
E-mail: carlosjosebol@hotmail.com
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