19 de enero de 2012

LOS NOMBRAMIENTOS

DE PROVINCIA


Por: Carlos José Bolaños


Hay nombramientos en el sector público que producen optimismo, otros no tanto  y otros que definitivamente  desconciertan porque, como dice la propaganda de la casita roja, quedan en el lugar equivocado. Cuando se ve que por conocimiento  y compromiso van a desarrollar las  políticas del respetivo sector, la opinión  se llena de esperanza. Pero hay sectores que muy pocas veces ve el acierto. El sector educativo es clásico en esta clase de nombramientos. En contadas ocasiones designan personas pertenecientes a la entraña del sector. No se desconoce que han sido funcionarios excelentes en otras actividades de la vida nacional: en la política electoral, empresarial, industrial, etc., pero extraños a este sector clave para combatir la pobreza, la violencia en todas sus formas: intrafamiliar, contra lo público, laboral hasta llegar al uso de las armas.

Soy formación del SENA. Lo conocí como la entidad más confiable a nivel nacional. Alcancé a conocer el compromiso, la entrega de su primer director, Rodolfo Martínez Tono (1957- 1974). Después nombraron, con honrosas excepciones, especialistas en política electoral. Llegó a decirse  que lo convirtieron  en fortín electoral  y,  lo tuvieron en algunas ocasiones en crisis. Cuando nombraron al director saliente, un sacerdote, educador, humanista nos llenamos de optimismo y dijimos el SENA va a volver a sus orígenes, a retomar su verdadera misión, sin distingos de ideologías credos ni razas. Alguien no se sintió contento y en aras de la gobernabilidad lo cambiaron, bajo el eufemismo de que se va para el Vaticano. María Isabel Rueda, experta en traducir  esta figura nos podría ayudar a buscar su significado?

El nuevo director, muy capaz, muy preparado, muy comprometido, muy versado en otras políticas sectoriales, como en la parlamentaria, la diplomática, en la electoral, nos hace pensar, y ojalá nos equivoquemos que el SENA va a cambiar, una vez más, su rumbo original, el norte que le fijaron los inspiradores y posteriores fundadores en 1957. Sinceramente creemos que si se tiene  consciencia de que la educación es el único instrumento para lograr la prosperidad, al sector deben llegar solo personas comprometidas con esa política sectorial que debe favorecer a todos los  colombianos y no a determinados sectores o a intereses personales. Es el mejor servicio que los gobernantes le pueden hacer  Colombia. Es más, en las próximas campañas electorales, los votantes, los mandantes, deben pactar con los candidatos este compromiso, extensivo a los  demás sectores de lo social.

El nombramiento de ministro, secretarios de educación, rectores, maestros  no deben obedecer a cuotas de los políticos. Deben ser  fruto del reconocimiento a una vocación, a un apostolado, a  un total compromiso con la educación. Ahí es donde la educación privada, con sus excepciones, le lleva una gran ventaja en calidad a la pública. Los maestros deben ser graduados en pedagogía. La gran paradoja  actual: cualquier profesional puede ser maestro, pero ningún maestro puede desempeñar otra profesión diferente a la suya a no ser que obtenga el título académico respectivo. Me  dicen que hay abogados dictando, matemáticas. médicos dictando contabilidad o artesanías. Pueda ser que sean muy buenos en su profesión pero en la pedagogía? Saben transmitir el conocimiento, llegar al  estudiante,  motivarlo, descubrir talentos?  Se ha sacrificado la calidad en aras al cubrimiento.

Coletilla: La mejor noticia de los últimos 10 años: no hablar de reelección  durante 2012 y 2013. Quedan notificados los peores enemigos de todos los gobiernos, en todo lo tiempo: los aduladores. Se espera que respeten la decisión  del presidente Santos de  no hablar de reelecciones. Por el bien de Colombia, del pueblo, déjenlo gobernar. No lo conduzcan a oír tanto canto de sirenas.

E-mail: carlosjosebol@hotmail.com

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