2 de diciembre de 2011

Transparencia Internacional

Transparencia Internacional es una organización internacional dedicada a combatir la corrupción, teniendo como herramienta principal la divulgación de información. Fue fundada en1993 y tiene su sede en Berlín, Alemania. Está organizada como conjunto de más de 80 capítulos nacionales. En Latino América y el Caribe se ha formado una red de asociaciones afiliadas en catorce países, bajo las figuras de capítulos nacionales o contactos nacionales. Se cuestiona el valor de sus informes sobre la corrupción puesto que se basan en encuestas que miden la valoración subjetiva de los encuestados sobre el grado de corrupción de los países estudiados y no en información objetiva. Otro problema es que lo que se define o percibe legalmente como corrupción varía de una jurisdicción a otra: una contribución legal a un partido político puede ser ilegal en otro. Igualmente, lo que en un país se acepta como una propina en otro puede considerarse como un soborno. Sus principios son: No investigar casos particulares; Mantenerse independiente de la política partidista; Trabajar en colaboración con la mayor variedad de sectores posible.

En su último informe para el 2011 sitúa a Venezuela es el país más corrupto de Latinoamérica, seguido de cerca por Paraguay y Nicaragua. Nuestra Colombia baja dos escalones Colombia, respecto al 2010, cayó al puesto 80, con una calificación de 3,4. Mientras Chile se ubica 22, Uruguay 25 y Puerto Rico (39), los únicos países, entre los 20 de la región, que aparecen entre las 49 naciones del planeta con un balance positivo en cuanto a transparencia. En una escala de 1 a 10, esos tres países tuvieron 7,2, 7,0 y 5,6 puntos respectivamente. Expertos coinciden en que la causa común de la corrupción en Latinoamérica es la falta de políticas públicas claras y el inadecuado manejo de los recursos del Estado.

Es determinante que la corrupción retrasa la calidad de vida de millones de personas al disminuir las garantías en la oportunidad del acceso en oportunidad y calidad a derechos básicos como salud, educación y calidad nutricional. No sólo es la guerrilla el problema, ni el narcotráfico, ni las bacrim, es y en proporción bien importante la corrupción de lo público y de lo privado valga aclarar, porque no solamente el que recibe es corrupto, lo es también el que ofrece. Sería bueno preguntarnos frente al espejo quien no ha tratado de “ganar tiempo” saltándose el turno al hacer una fila sin pensar en el derecho de quienes ya están con antelación allí. Quien no ha tratado de convencer a la autoridad de tránsito con una mordida después de una infracción, etc. En fin se requieren ajustes en el modelo de educación para inculcarnos  respeto y moral, buenas prácticas generales en lo público, procesos transparentes de gestión, ese el camino para recuperar la confianza perdida de la comunidad en sus gobiernos y en sí mismos.

Los índices del informe de TI eran de esperarse se relacionan directamente con mediciones de fortaleza de la democracia y de la formación cultural en los que los países europeos, suelen ocupar los primeros puestos. Sus sociedades son más activas y convencidas de la participación directa, del ejercicio de la reflexión de la crítica constructiva, la protesta debidamente sustentada y si hacen control político y social de verdad. Estamos un poco lejos, pero si no nos enrutamos por un camino positivo hacia esos logros jamás llegaremos. Y la responsabilidad de ello, es de absolutamente todos y todas.  Porque si al conjunto de la sociedad no le garantizamos auto sostenibilidad y dignidad en sus difíciles vidas realmente no habrá futuro ni siquiera para los que hoy se llenan las manos y sus oscuras arcas con el trabajo y el sudor de la frente de los demás.

Algún día ojalá no muy lejano no encontraremos solo putrefacción e ingredientes totalmente descompuestos en casi todo lo público. Debemos protestar y vigilar porque haya justicia pronta y contundente, que se conozca toda la verdad y se recupere algo de la gran cantidad de recursos del patrimonio público que se ha perdido. Por ejemplo, en el caso de Julio Gómez y similares, recientemente castigado con una pena de cárcel como lo merecen, pero sin saberse que vaya a pasar con los miles de millones que no aparecen por ningún lado. Como lo hemos manifestado varias veces, los bogotanos y los colombianos nos merecemos un destino diferente para poder salir del subdesarrollo y tener un futuro armónico, justo y sostenible.

            Twitter:  @jairoamezquita


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