El ambiente político del país se encuentra enrarecido a la espera de la decisión de la Corte Constitucional, si le da viabilidad al referendo para que el pueblo se pronuncie sobre si quiere o no la re re re elección, situación que en mi opinión será positiva para los intereses del régimen en menos de tres semanas. Es decir, que la única esperanza para que haya algo de justicia social y se recupere el norte del desarrollo socioeconómico de la adolorida patria y la horrible noche no se perpetúe estaría en las urnas y en la conciencia de los colombianos.
En esta especie de limbo y cuasi patria boba se está adelantando el proceso para la renovación (ojala así sea) del Senado de la República y la Cámara de Representantes y he ahí una situación de importancia fundamental para el derrotero del próximo cuatrienio. Si los colombianos optan por elegir de nuevo un congreso con aplastantes mayorías a favor del régimen no habrá esperanza de Control político, mociones de censura a pesar de todo lo que ha pasado, reformas sociales y económicas a favor de las empobrecidas mayorías de la patria, ni esperanzas a favor de resarcir a las víctimas ni a los desplazados, ni aún los mismos reinsertados del conflicto que padecemos. Si los colombianos le dan su voto a candidatos y partidos afectos al nefasto régimen el panorama se ve lamentable, y después se estarán quejando del desempleo, la pobreza, la corrupción, el contubernio malvado de la clase politiquera para satisfacer sus intereses y hacerse los de la vista gorda con todo lo que ha pasado que es innumerable de mencionar en tan cortas líneas. Es increíble que un representante del gobierno como Zar Anticorrupción y el Procurador reconozcan que la corrupción ha llegado a niveles insostenibles e inmanejables como nunca en la Historia y “que no saben que hacer”. Es ese el futuro que nos merecemos???
Claro, en estos días no faltarán las maletas con los incontables recursos de dudoso y escabroso origen para comprar conciencias, tampoco faltarán los “discursos” que ahora sí se acometerán los cambios que la sociedad necesita, que se reactivará la productividad para incrementar el empleo, que habrá tierra para los campesinos, que habrá calidad en la educación, que el servicio de salud tendrá oportunidad y calidad para todos, que se resarcirán las víctimas y los desplazados, que ahora sí se acabará con la impunidad, que habrá justicia y paz, que ahora se disminuirán las groseras exenciones tributarias a aquellos que no las necesitan, que se retrocederá la flexibilización laboral, que no habrán más vínculos con narcoparamilitarismo, ahora si habrá seguridad democrática en las ciudades, en fin bla, bla, bla y más bla, bla; que ahora sí , como si no hubieran tenido tiempo ni la oportunidad en los últimos doce años para legislar. Es el momento en que debemos mirar muy detalladamente cómo es que han votado las leyes que han retrocedido el desarrollo y amparado la impunidad estos ilustres padres de la patria, que en representación del partido conservador, de la U, de convergencia ciudadana, otros partiditos de garaje y ahora ADN y PIN que gracias a su mayoría cómplice e indolente en el Congreso, han aprobado todo lo que al régimen se le ha ocurrido para satisfacerse. Recordemos que el pueblo es soberano y es quien finalmente elige sus dirigentes ó sus verdugos y por eso la importancia de depositar nuestro voto.
Demostremos que algo hemos aprendido y que podemos castigar a todos aquellos que han sido irresponsables con el país y con la historia. Es tal vez nuestra última oportunidad.
En esta especie de limbo y cuasi patria boba se está adelantando el proceso para la renovación (ojala así sea) del Senado de la República y la Cámara de Representantes y he ahí una situación de importancia fundamental para el derrotero del próximo cuatrienio. Si los colombianos optan por elegir de nuevo un congreso con aplastantes mayorías a favor del régimen no habrá esperanza de Control político, mociones de censura a pesar de todo lo que ha pasado, reformas sociales y económicas a favor de las empobrecidas mayorías de la patria, ni esperanzas a favor de resarcir a las víctimas ni a los desplazados, ni aún los mismos reinsertados del conflicto que padecemos. Si los colombianos le dan su voto a candidatos y partidos afectos al nefasto régimen el panorama se ve lamentable, y después se estarán quejando del desempleo, la pobreza, la corrupción, el contubernio malvado de la clase politiquera para satisfacer sus intereses y hacerse los de la vista gorda con todo lo que ha pasado que es innumerable de mencionar en tan cortas líneas. Es increíble que un representante del gobierno como Zar Anticorrupción y el Procurador reconozcan que la corrupción ha llegado a niveles insostenibles e inmanejables como nunca en la Historia y “que no saben que hacer”. Es ese el futuro que nos merecemos???
Claro, en estos días no faltarán las maletas con los incontables recursos de dudoso y escabroso origen para comprar conciencias, tampoco faltarán los “discursos” que ahora sí se acometerán los cambios que la sociedad necesita, que se reactivará la productividad para incrementar el empleo, que habrá tierra para los campesinos, que habrá calidad en la educación, que el servicio de salud tendrá oportunidad y calidad para todos, que se resarcirán las víctimas y los desplazados, que ahora sí se acabará con la impunidad, que habrá justicia y paz, que ahora se disminuirán las groseras exenciones tributarias a aquellos que no las necesitan, que se retrocederá la flexibilización laboral, que no habrán más vínculos con narcoparamilitarismo, ahora si habrá seguridad democrática en las ciudades, en fin bla, bla, bla y más bla, bla; que ahora sí , como si no hubieran tenido tiempo ni la oportunidad en los últimos doce años para legislar. Es el momento en que debemos mirar muy detalladamente cómo es que han votado las leyes que han retrocedido el desarrollo y amparado la impunidad estos ilustres padres de la patria, que en representación del partido conservador, de la U, de convergencia ciudadana, otros partiditos de garaje y ahora ADN y PIN que gracias a su mayoría cómplice e indolente en el Congreso, han aprobado todo lo que al régimen se le ha ocurrido para satisfacerse. Recordemos que el pueblo es soberano y es quien finalmente elige sus dirigentes ó sus verdugos y por eso la importancia de depositar nuestro voto.
Demostremos que algo hemos aprendido y que podemos castigar a todos aquellos que han sido irresponsables con el país y con la historia. Es tal vez nuestra última oportunidad.
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